Carolina Marín encontró en la francesa Léonice Huet, número 70 del mundo, el primer obstáculo serio en los campeonatos de Europa de bádminton que se disputan en Saarbrücken, pero la española fue de menos a más y se clasificó para las semifinales con una victoria por 21-18 y 21-15.

Huet sorprendió a Marín en el primer juego con la efectividad de sus golpes, que no le permitieron ni un despiste. Con 13-12, la andaluza hiló cuatro puntos seguidos que parecían definitivos (17-12), pero la gala volvió a acercarse a uno (19-18), aunque Marín no se amedrentó.

En el segundo parcial se pasó del 10-5 de la tres veces campeona mundial al 10-10. Marín se mostró paciente para trabajarse cada uno de los puntos siguientes y a Huet le tembló el brazo en el momento decisivo. La española tuvo que emplearse en este partido casi el mismo tiempo (46 minutos), frente a la rapidez de sus dos primeros choque juntos (23 y 35).

La española declaró posteriormente que había notado "algo raro en la rodilla", que definió como "una incomodidad", y que eso la había hecho jugar "algo insegura" y "con tensión". Sin embargo, su equipo descartó cualquier relación con las lesiones graves de rodilla padecidas por Marín en el pasado y añadió que eran "molestias específicas del día de hoy sin más trascendencia".

La danesa Julie Dawall Jakobsen, octava favorita, será este sábado su rival por un puesto en la final. Jakobsen derrotó en su partido de cuartos a su compatriota Line Hojmark Kjaersfeldt, tercera cabeza de serie, por 10-21, 21-12 y 21-18.