Aracena bailó otro año más al son de jóvenes bailarinas apuntadas al aula municipal de gimnasia rítmica aracenense, aunque hubo una importante participación de otras escuelas serranas y, a su vez, de mucho público de la comarca.

Con el final del curso a la vuelta de la esquina, tuvo lugar la clásica exhibición de gimnasia. El pabellón cubierto del polideportivo municipal de Aracena volvió a ser el escenario central para comprobar el trabajo y disfrutar de los ejercicios preparados durante el año, en algunos casos realizados con éxito en campeonatos provinciales.

Las más jóvenes muestran sus habilidades con la realización de figuras

Fue una cita protagonizada por las escuela de Aracena como anfitriona y con varios grupos en diferentes categorías, que comenzaron las pre-benjamín. Y como es habitual en los últimos años, hubo invitación de otras escuelas serranas. En concreto las habituales Higuera de la Sierra y Galaroza, más Fuenteheridos y Puerto Moral en este caso.

La exhibición contó con varias modalidades dentro de la gimnasia, bien diferenciadas entre ellas, tanto por la edad de las chicas como por sus años de práctica dentro de la escuela. En todos los casos por diferentes monitoras municipales como máximas responsables. Como es habitual, las gradas del pabellón cebollero estaban casi llenas de público entre familiares, aficionados y curiosos que disfrutaron con todas las niñas, perfectamente ataviadas, como lo merecía la ocasión, con bonitos y cuidados atuendos.

El pabellón aracenense lucía en su parte central con todos los rincones perfectamente adornados con globos, aros, lazos, flores, entre otros elementos coloridos. Incluso este año con un arco lleno de globos donde hacían entrada la mayoría de participantes.

La exhibición comenzó con la salida de todos a modo de presentación oficial y saludo al numeroso público asistente, un número similar al pasado año e inferior con respecto a hace algunos años. Las más jóvenes, en su primer año en la escuela, mostraron sus habilidades y aprendizaje de las figuras a lo largo del curso para ser en un futuro próximo buenas gimnastas. En segundo lugar, quienes llevan más tiempo reflejaban la mejoría y avance con respecto a ediciones anteriores. Ejercicios individuales y trabajos en grupo al compás de la música en los que se va perfilando la compenetración entre todas. En algunos casos los nervios jugaron una mala pasada, pero al final el aplauso fue unánime.

Finalmente, las más experimentadas de las escuelas, grupos que suelen participar en competición provincial, deleitaron a los presentes con ejercicios de pelotas, cuerdas, aros y lazos. En algunos casos de forma individual y otros en grupo.

Tras el final de las citas provinciales, sólo queda disfrutar del verano y quedar a la espera del mes de septiembre, para el regreso a la escuela de gimnasia rítmica, algo cada vez más consolidado en la comarca, pero que en realidad lleva pocos años de vida. En sus orígenes, esta exhibición contaba con muy pocas chicas y ahora es todo lo contrario. Los tiempos cambian y es grato ver la evolución de algunas niñas que aguantan varios años en la escuela y recogen el fruto del trabajo de varios cursos seguidos para la admiración y sorpresa de todos. Sin embargo, la gimnasia rítmica tiene mucha vida en la Sierra.