LA Semana Santa de Aracena finalizó de forma triste y fría, tal y como empezó. La hermandad de la Soledad no pudo anoche procesionar como tampoco lo hizo la primera de las seis hermandades de penitencia, la Borriquita el Domingo de Ramos. Fue un día con cielos parcialmente nublados, pero nadie intuía que no habría procesión. Sin embargo durante la tarde el cielo se nubló cada vez más y sobre las 19:00, media hora antes de la salida, empezó una fina llovizna.

Ante las inclemencias del tiempo, la junta de Gobierno decidió esperar media hora en dos ocasiones y la decisión no se hizo oficial a las 21:00. Tras el anuncio, se abrieron las puertas de la iglesia de El Carmen y los presentes entraron para cantar el rezo de la Salve y la Banda de Música de Aracena interpretó desde el coro la nueva marcha dedicada a la Virgen de la Soledad por el 75 aniversario de su bendición.

Pero la Semana Santa no concluyó ayer ya que se vive todo el año y la próxima gran cita es la Semana Santa Chica, en la que los más pequeños demuestran su forma de vivir la fe y pasión cebolleras.

Nada que ver la jornada de Sábado Santo con las otras del Triduo Pascual, en las que el clima contribuyó a su esplendor. La Madrugada en Aracena fue el momento para la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con algunas singularidades. Entre esos elementos, la Centuria Romana tras el paso del Nazareno, la figura de la Verónica con el pañuelo del rostro de Cristo o las bocinas, que con su sonido burlaron el sufrimiento de Cristo delante del paso del Señor de Aracena.

El paso de la hermandad por el barrio de Santo Domingo fue de los momentos más emotivos al igual que la entrada, donde el paso de la Amargura es el gran protagonista mientras la banda municipal interpreta la marcha Campanilleros de Aracena. En cuanto a estrenos se pudo ver por primera vez dos jarras laterales, donadas por la terna de mayordomo y diputados de 2015, para ir completando el proyecto del nuevo paso de palio que está en marcha. La Virgen contó con un nuevo fajín donado por varios hermanos.

La Cofradía del Silencio en Aracena protagonizó la tarde de Viernes Santo, marcado por el silencio que provocó el recogimiento de una Plaza Alta repleta de público para ver al Cristo de la Plaza. El paso de palio con la virgen de Gracia y Esperanza estuvo acompañado musicalmente por la Banda Municipal de Música de Aracena.