El centro de cría de El Acebuche prevé liberar ocho nuevos cachorros
doñana
La población global de linces alcanza los 440 ejemplares, 36 más que el año pasado
El centro de cría de El Acebuche, ubicado en el espacio natural de Doñana, prepara la futura liberación al medio natural de los ocho cachorros de lince ibérico nacidos en estas instalaciones en 2016 y que siguen una evolución satisfactoria.
En cifras totales, según los datos del programa consultados por Europa Press, entre todos los centros de cría han sido 48 los cachorros que salieron adelante el año pasado, de los cuales 40 serán liberados en este 2017 en algunas de las diferentes áreas de reintroducción preparadas por el proyecto LIFE+Iberlince.
Para optimizar el uso de las instalaciones disponibles en El Acebuche, se llevó a cabo la unión del cachorro de la camada de Adelfa, Nerium, con los dos cachorros de Gitanilla, Nana y Nou. Como suele suceder en este tipo de uniones, los animales precisan de un tiempo de adaptación y reestablecimiento de nuevas jerarquías en el grupo.
Por este motivo, si bien los primeros días están siendo intensos con enfrentamientos esporádicos entre Nerium y los cachorros de Gitanilla, el personal del centro confía en que en un plazo corto puedan compartir instalación con normalidad y puedan seguir entrenándose juntos.
Por otro lado, a mediados del mes de noviembre, el cachorro de Homer, Nervio, fue trasladado al centro de cría de Zarza de Granadilla, en Cáceres, para continuar allí su preparación junto con una hembra nacida en ese centro en 2016, Narnia.
Para la campaña de 2017 vuelven a ser cinco las parejas reproductoras que se establecerán en el centro de cría de El Acebuche. Los genetistas que asesoran al programa tienen en cuenta, a la hora de diseñar los cruces anuales, proponer emparejamientos de ejemplares poco emparentados entre sí y cuya representación genética en las poblaciones silvestres y cautiva sea mínima.
La población total de linces ibéricos en la península alcanzó unos 440 individuos en 2016, según informa el programa Life Iberlince en su página web. La Junta de Andalucía, que coordina el proyecto, está concluyendo un censo que recoge 36 ejemplares más que los contabilizados en 2015.
El informe recuerda que en 2015 en todas las nuevas áreas -Montes de Toledo, Sur de Badajoz, Sierra Morena Oriental y Portugal-, han nacido crías, con los Montes de Toledo como la de mayor crecimiento el año pasado con 14 cachorros. A estos guarismos hay que sumar los nacidos en las dos áreas andaluzas Guarrizas y Guadalmellato.
Con todos estos datos, los gestores del programa auguran que previsiblemente que este año los datos del censo serán los mejores "para una especie que ha estado en peligro crítico de extinción".
A los nacimientos que se han registrado, se suman actuaciones como las de la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía, para hacer posible que el número de atropellos de linces haya descendido ligeramente en la comunidad andaluza durante 2016. Además, los gestores del programa apuntan que los atropellos podrían reducirse cuando el Ministerio de Fomento acometa las obras de mejora en la autovía A-4 y en la carretera nacional N-420 que une Córdoba con Tarragona.
De cara a 2017, los socios del Proyecto Life Iberlince buscan consolidar las nuevas poblaciones iniciadas y trabajar en la conectividad de estas entre sí y con las dos poblaciones estables de Andalucía.
Entre los aspectos más preocupantes para la recuperación de la especie, ven la situación de los conejos que sufren el azote de la enfermedad hemorrágica, sin solución en este momento.
Mientras tanto, la comisión del Proyecto Life Iberlince sigue trabajando en el estudio de nuevas zonas de reintroducción en Extremadura, en el río Ortiga, y otra en Granada. También se está estudiando empezar a trabajar también en otras comunidades autónomas que mantengan todavía buenas poblaciones de conejo, principal fuente de alimentación del felino.
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