isla cristina

Los vecinos de Urbasur denuncian las "ilegalidades" del chiringuito 'Carocho'

  • El escrito presentado ante la Junta habla de "agresiones al medio natural, contaminación acústica y actividades peligrosas", por lo que solicita que se tomen "medidas correctoras"

Lejos de enfriarse con el paso de los días, la lucha que un grupo de vecinos de la urbanización de Urbasur mantiene desde el pasado mes de junio contra un chiringuito de nueva concesión instalado este año por primera vez en el cordón dunar de dicha playa, ha dado un nuevo paso hacia adelante. Los vecinos interpusieron una denuncia el pasado martes, 9 de agosto, contra dicha instalación playera ante la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía en Huelva.

Los afectados manifestaron a Huelva Información que están convencidos de la "ilegalidad" e "irregularidades" en las que según ellos ha incurrido el concesionario de dicho negocio, con denominación comercial Carocho. En primer lugar, fundamentalmente el propio emplazamiento de la instalación, por supuestas "agresiones al medio natural", por "incumplimiento" de la superficie autorizada, por suponer una "instalación peligrosa" en monte público, por ejercer "actuaciones industriales periódicas" en monte público, por "actividades peligrosas" en la playa y por "incumplimiento" del reglamento de protección contra la contaminación acústica.

Así lo reflejan los vecinos en la denuncia, a la que ha tenido acceso este periódico, y en la que entre otras cosas solicitan que se dé traslado de la misma a las administraciones competentes para que se adopten "medidas correctoras", sobre todo en referencia al riesgo que dicha instalación supone para las personas y el medio ambiente.

En cuanto al emplazamiento del chiringuito, los vecinos señalan que según el Artículo 68 del Reglamento General de Costas, la distancia entre establecimientos autorizados en la playa no puede ser inferior a 300 metros y que "en el caso de nos ocupa su distancia al chiringuito Abuelo Diego no llega a los 150 metros".

En el apartado de "agresiones" al medio natural, la denuncia vecinal señala que dicho negocio ha sido instalado en el sistema dunar de las playas de Isla Cristina, el cual viene siendo objeto en los últimos años de actuaciones por la Demarcación Provincial de Costas, que incluso en 2015 fue "replantado" con vegetación autóctona para su consolidación. A pesar de ello, prosiguen, la fase de construcción del chiringuito "ha erosionado gravemente" la propia duna, donde "se ha realizado una excavación con retirada de vegetación y arena, alterando su altura y el propio sistema dunar". En este mismo punto señalan que la pasarela de acceso realizada por el concesionario "agrava aún más el impacto", así como que el propietario "ha realizado un considerable movimiento de arena en la playa para la creación de una plataforma que lo proteja de las mareas".

Sobre el "incumplimiento" de la superficie autorizada, afirman que según han podido constatar, ésta es de 70 metros cuadrados (la zona cubierta es de 20 más el resto de la terraza), pero el chiringuito "extiende sus instalaciones a una gran zona de playa, yéndose más allá de la zona autorizada". Un hecho que sobre todo se da, añaden, los fines de semana, cuando como consecuencia de los conciertos que organiza se ocupa "hasta la propia línea de mar".

Los vecinos denuncian la instalación eléctrica de alumbrado no sólo del chiringuito, sino también la de la nueva pasarela de acceso y de la ya existente con anterioridad a la altura de la calle Bogavante. Afirman que dicha instalación discurre "ocupando parte del monte público", y los vecinos desconocen "si cuentan con autorización para ello". No obstante añaden que "incumple" el reglamento para este tipo de instalaciones "tanto en lo que se refiere al soporte de luminarias y tendido, como al propio conductor, que muestra empalmes en varios de sus puntos". En este mismo sentido afirman que incluso se ha instalado un poste con luminarias y enchufe "al lado de la ducha pública de playa".

También ponen de relieve en su denuncia que el concesionario "invade semanalmente el monte público con un camión cisterna y sus vehículos de soporte para actuar en el chiringuito", para lo cual "acercan el camión y extienden tuberías", lo cual supone para ellos una "agresión directa la flora y fauna" de la zona.

Otro de los apartados que denuncian es la realización de "actividades peligrosas" en la playa por parte del concesionario, ya que "periódicamente se realizan conciertos en directo", para lo cual alegan que según les ha informado verbalmente la Policía Local de Isla Cristina, "carece de autorización". A ello se suma una mayor ocupación de la zona de baño como consecuencia de estas actividades, y la "peligrosidad" de la instalación eléctrica, que "extiende hasta la propia mar".

Finalmente señalan el "reiterado incumplimiento" del Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica, "sobre todo desde la noche de los viernes hasta las 24 horas de los domingos". Un asunto por el que incluso han solicitado la realización de mediciones acústicas a la Policía Local de isla Cristina, desde donde se alega "falta de medios" para "no atender la petición".

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