El Patrón de Aracena, San Blas Obispo y Mártir, procesionó el pasado viernes, que fue fiesta local, por las calles de la localidad. La procesión se inició a las doce y media de la mañana, justo después de la misa, celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Fue la segunda vez que desfiló la nueva imagen del patrón de los aracenenses.

Durante la misa previa a la procesión se repartieron más de 1.000 panes típicos, conocidos como rosquillas de San Blas, obsequio del Ayuntamiento y que cada año realiza una panadería de la localidad.

El paso fue portado por costaleros y bajo la dirección del equipo de capataces de la hermandad, con el recorrido habitual; bajada por la calle Cuesta Empedrá, avenida de la Constitución, plaza del Marqués de Aracena, Paseo, calle Barberos, plaza de Santa Catalina, Ayuntamiento y parroquia en la Plaza Alta.

La hermandad encargada de la tutela del santo es la conocida en Aracena como La Borriquita, que realiza su estación de penitencia cada Domingo de Ramos.