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La Eurocámara pide información sobre la extracción y almacenamiento de gas

  • Bruselas examinará el permiso concedido a Gas Natural Fenosa para la extracción, almacenamiento y transporte de gas Revisará que Repsol opera cumpliendo la legislacion

La comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, tras examinar dos quejas contra los proyectos de extracción y almacenamiento de gas en el parque nacional de Doñana (uno a cargo de Repsol y otro de Gas Natural Fenosa) ha pedido a la Comisión Europea más información sobre ambos casos, antes de pronunciarse sobre si se trata de prácticas que ponen en riesgo el medio ambiente o que contravienen las normas comunitarias.

Mientras que un representante del Ejecutivo comunitario, presente en el debate entre los eurodiputados y los demandantes eludió pronunciarse sobre el fondo de las quejas, aunque dijo "tomar nota", la presidenta de la comisión europarlamentaria, la italiana Erminia Mazzoni, reclamó a Bruselas que les remita "lo antes posible" información adicional, para verificar si los proyectos de extracción y almacenamiento de gas han cumplido con las exigencias que marca la ley europea de protección de hábitats o si se, por el contrario se deben tomar medidas.

La Eurocámara quiere examinar el permiso de las autoridades españolas a los planes de Gas Natural Fenosa de extracción, almacenamiento y transporte de gas natural en la zona de Doñana. Una decisión que llega después de que el demandante, Pedro Jiménez (IU), se haya quejado de que Huelva es una región especialmente "castigada" pese a ser "el mayor santuario medioambiental de Europa" y haya pedido que se frene el proyecto por ser "claramente insostenible".

En el debate, la empresa Gas Natural Fenosa ha estado representada por Francisco Velasco, quien defendió que la gasística española cumple con todas las exigencias de la Unión Europea en materia de medio ambiente, además de afirmar que ninguno de los proyectos se encuentra en el parque nacional, sino en terrenos limítrofes.

Tanto IU como la Plataforma Ciudadana Mesa de la Ría trataron ayer de buscar el respaldo de Bruselas a su oposición a los proyectos gasistas que promueve Gas Natural en el Saladillo, en la comarca de Doñana, y el que desarrolla en Mazagón Repsol.

Ambos líderes pusieron el acento sobre los riesgos medioambientales que, a su juicio, conlleva esta actividad energética en la provincia de Huelva. De ahí que Bruselas escuchase de primera mano los argumentos de Jiménez a un proyecto como el de Gas Natural que persigue maximizar los beneficios de la extracción de gas en Doñana (donde opera desde la década de los 80), mientras "minimiza los riesgos" de acometer 14 nuevos sondeos que le permitan extraer los 7.000 Gwh que aun dormitan en el subsuelo de la comarca para, a posteriori, utilizar esas bolsas como almacén estratégico.

Seis de estas nuevas prospecciones se asientan en el Espacio Natural, que hace de frontera y colchón verde al Parque de Doñana. Y es aquí donde apuntó el líder de IU que el proyecto choca con el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN), que literalmente cierra las puertas a cualquier actividad que se desmarque de proyectos de educación medioambiental, la conservación o gestión del espacio natural protegido.

Hammerstein, en nombre de la Mesa de la Ría, alegó que Repsol realiza una actividad gasista "sin cumplir el derecho comunitario", mientras "la Junta de Andalucía hace la vista gorda de manera continua a los vertidos masivos de agua geológica". Por ello, el activista social también metió en el mismo saco a Fertiberia a la hora de "vulnerar" la Directiva Europea de Control integrado de la Contaminación IPPC", con respecto "a los vertidos descontrolados de residuos de fosfoyesos" que la empresa del Grupo Villar Mir deposita en las marismas de la Ría de Huelva.

Ante ello, fuentes de Repsol recalcaron a Huelva Información que el proyecto cumple con toda la normativa; además, marcaron distancias con el proyecto de la empresa catalana en el sentido de que ellos únicamente realizan extracción de gas, nunca de almacenamiento.

Respecto a los vertidos que la empresa Retraoil SL, operaria de Repsol, descargaba en el alcantarillado público de Matalascañas, la multinacional destacó que las aguas residuales son inocuas, al ser un producto residual procedente del proceso de extracción de gas. Es decir, que una vez se va colmatando el nivel de dicho recurso energético en las concavidades de los pozos, salen a flote el agua procedente de los acuíferos marinos que tienen un origen geológico. En consecuencia, su única diferencia con el H2O es "su alto contenido salino".

En cualquier caso, Repsol dijo que actualmente no se realizan vertidos de ningún tipo a la red pública, ya que de las tres prospecciones que integra el proyecto, ahora se trabaja en otro pozo que aun dista de estar próximo a agotarse.

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