Provincia

Alta resolución, mínima ejecución

  • Las obras del Chare siguen paralizadas nueve años después de su comienzo por un proceso judicial con la constructora

  • El 13 de diciembre se movilizan los vecinos para pedir soluciones.

El Chare de la Sierra sigue cumpliendo años sin vida ni futuro esperanzador a corto plazo, casi una década después de que se colocara la primera piedra, con el objetivo de que entrara en funcionamiento en 2011. Seis años por encima del plazo previsto, el Centro Hospitalario de Alta Resolución, ubicado en el término municipal de Aracena, es a día de hoy una de las mayores pesadillas del PSOE de Huelva y de Manuel Guerra, alcalde aracenense, en particular. Todo ello padecido en silencio por la población, que tiene el Hospital de Riotinto como referencia, a una hora de camino en coche, en la mayoría de los casos. Por eso estos últimos años se ha convertido en uno de los temas de conversación recurrentes para los vecinos cuando hablan de política y de la Sierra.

Ya desde el principio, el edificio provocó mucha polémica. Se generó una gran división política, entre partidos y entre las mismas formaciones, y una desagradable disputa entre municipios y vecinos de la comarca serrana. Mucho se ha escrito y hablado, y nadie imaginaba que ahora, tras casi diez años, el Chare fuese un lugar abandonado casi a su suerte y un edificio enorme lleno de ladrillos, que ha sufrido un deterioro importante y el expolio de materiales y otros enseres desde que se paralizaron las obras en 2010; al principio con vigilantes de seguridad, en los últimos años sin nadie y hasta a veces con la cancela del recinto abierta.

22.000 miles de euros. El último coste de ejecución anunciado es de 18 millones, más cuatro para equipos

Noviembre siempre ha sido un mes negro para el Chare de la Sierra: las efemérides no provocan buenos recuerdos. Precisamente acaban de cumplirse ahora nueve años de la colocación de la primera piedra, a la que siguió el comienzo de las obras, que de nuevo por estas fechas, hace siete años, se paralizaron las obras. Y todo ello incumpliendo los plazos previstos de que el Chare estaría en marcha y al servicio de los ciudadanos en 2011.

El último plazo de finalización de obras, retrasado del inicial, lo dio la entonces delegada provincial de Salud, María José Rico, en octubre de 2010, y sólo unos días antes de la paralización definitiva: señaló finales de 2011 o principios de 2012, a más tardar.

Una de las grandes noticias de los últimos días es el intento de creación, con partidos políticos detrás, de una Plataforma por la terminación del Chare. Hay ya en marcha una convocatoria ciudadana, difundida a través de las redes sociales, para el próximo 13 de diciembre, a las cinco de la tarde a las puertas del inconcluso centro hospitalario.

Según los promotores, secundados indirectamente por miembros de Podemos (en mayor medida) e Izquierda Unida, el objetivo es que ese día se cree allí una plataforma ciudadana que luche por la terminación del Chare tras muchos años de silencio.

A la misma parece que se sumarán otros partidos políticos y sindicatos. A priori la concentración será pacífica y no está previsto que haya cortes de carretera, aunque fuentes de la organización aseguran que ya han advertido a la Subdelegación del Gobierno de la posible ralentización del tráfico en un espacio pequeño para el estacionamiento de coches y estancia de personas.

En las últimas semanas, muchos serranos han podido comprobar cómo la parcela donde se ubica el Chare ha sido desbrozada en la parte delantera que linda con la carretera N-433, junto a una importante limpieza en general, en trabajos dirigidos y sufragados por la Junta de Andalucía.

Precisamente, el portavoz del Grupo Parlamentario del PSOE en el Parlamento Andaluz, el onubense Mario Jiménez, reconocía este hecho hace unos días en su última visita a la Sierra, cuando admitió que el Chare no cuenta con ninguna partida en los próximos y recién aprobados Presupuestos de la Junta para 2018. Sí la tuvo para modificar el proyecto inicial en los de 2017.

El Ayuntamiento de Aracena y la Junta, sin embargo, siguen haciendo algunos avances para reducir plazos cuando el proceso judicial finalice.

Desde el PSOE de Huelva se recuerda -como hizo el propio Manuel Guerra el pasado jueves en el último pleno ordinario del año en Aracena- que aún no ha finalizado el proceso judicial que se mantiene abierto en la Audiencia Provincial de Sevilla por el litigio entre la Administración andaluza y la empresa adjudicataria de las obras, Bruesa. Uno de los procedimientos es de 2015 y el otro, de 2016; es decir, cinco y seis años después de la paralización de las obras.

El Partido Socialista supedita la reanudación de las obras a que se supere el escollo judicial. Antes, aseguran, será imposible. No se trata de un problema de dinero, insisten. Aun así reconocen que las obras no costarán igual que lo previsto en un principio y que el retraso también supondrá un importante gasto económico.

El desembolso realizado hasta ahora en la obra es de 6 millones de euros, según dijo Manuel Guerra el pasado jueves en el Pleno, citando información oficial de la Junta de Andalucía.

Siempre se ha dicho de forma oficial que la obra está en torno a la mitad de su ejecución y en un principio se anunció que el presupuesto total para finalizar el centro hospitalario serrano rondaría los 18 millones de euros, sin contar los equipamientos, que elevarían la cifra hasta los 20 millones de euros, según se dijo en principio, o 22 millones, como se apuntó después.

Más allá de cuadrar el grado de ejecución de las obras y el coste previsto para su finalización, debe tenerse en cuenta que con todos los retrasos, hay daños provocados por el paso del tiempo, y un expolio considerable de materiales, por lo que los gastos finales se incrementarán.

La gran pregunta, y para la que no hay respuesta, ni en el PSOE se atreven a decir nada, es cuándo finalizarán los dos procedimientos judiciales. El tema depende más de la Justicia que de voluntad política. Pero tampoco se asegura ahora cuánto tiempo haría falta para finalizar el actual esqueleto del Chare serrano y el montante que será necesario para esa ejecución final.

La ciudadanía desconfía incluso del proceso abierto en los juzgados, pese a ser real. De ahí que varios representantes socialistas serranos, en una reciente reunión en la Casa del Pueblo de Aracena, pidieran que esos documentos se hicieran públicos para evitar suspicacias entre la población. En parte porque hace dos años hubo contradicciones entre representantes socialistas onubenses sobre si el proceso judicial seguía en marcha, como ocurre aún actualmente, o si había ya finalizado.

El Chare es una firme apuesta del PSOE serrano (con algunos críticos internos por la elección de la ubicación), con Aracena y Manuel Guerra a la cabeza, y la Junta de Andalucía como máximo responsable. Incluso la Administración regional ha invertido recientemente unos 600.000 euros en la instalación de la red de agua y alcantarillado (que públicamente se anunció en octubre de 2010).

Al mismo tiempo se está avanzando con el Ayuntamiento en el acceso viario desde el núcleo urbano de Aracena al recinto del Chare y en la instalación de la red eléctrica para tener listo el proyecto cuando acabe el proceso judicial. Manuel Guerra ha mantenido una reunión reciente con Fomento para los accesos de carreteras (para que no pase como con el Chare de Lepe, asegura el alcalde) y hace pocos días, también con la viceconsejera de Salud, en el Parlamento de Andalucía, para conocer las intenciones y últimas noticias tras los cambios realizados por Susana Díaz en la Consejería. Según Guerra, el compromiso de la Junta con el Chare de la Sierra es firme e, insiste, la paralización no se debe ni a una decisión política ni a la falta de euros sino a un problema judicial.

La convocatoria ciudadana del 13 de octubre, difundida con un cartel distribuido sobre todo por las redes sociales, se dirige especialmente a aquellos que ven lejos el hospital cuando enfermen y a quienes piensan que el Chare sería una buena oportunidad sanitaria y laboral para la zona. Entre todos, aseguran, pondrán el próximo ladrillo para el final de las obras tras diez años de espera.

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