En medio de la nada

07 de enero 2016 - 01:00

'INCIDENCIAS'

Cines Artesiete Huelva.- Producción: España, 2015.- Título original: 'Incidencias'.- Duración: 90 minutos.- Dirección: José Corbacho y Juan Cruz.- Guión: Jaime Bartolomé, José Corbacho y Juan Cruz basado en un argumento de Jaime Bartolomé.- Fotografía: Mario Montero.- Música: Arnau Bataller.- Montaje: Nacho Ruiz Capillas.- Intérpretes: Lola Dueñas, Carlos Areces, Ernesto Alterio, Nuria Gago, Toni Acosta, Aida Folch, Rubén Ochandiano, Roberto Álamo, María Alfonsa Rosso, Miki Esperbé, Nao Albet, Rossy de Palma e Imanol Arias.

Esta película se ha estrenado el primer día del año nuevo, cuando se podía haber estrenado en fechas anteriores, ya que los hechos que nos presenta suceden justo el 31 de diciembre. Se presentó en el Festival de Valladolid donde pasó sin pena ni gloria. Es la tercera realización de José Corbacho y Juan Cruz que ya trabajaron a dúo en dos creaciones que, supongo, muchos recordarán: Tapas (2005), que en cierto modo supuso una grata sorpresa, y Cobardes (2008), ocurrente e ingeniosa a ratos pero sin el impacto de la anterior. Vuelven a la comedia, en este caso más disparatada si cabe, en la que parecen pretender exclusivamente la diversión del público. Constato una vez más, aunque sea una impresión muy personal, que salvo raras excepciones, la dirección cinematográfica compartida no suele dar buenos resultados.

La acción de esta historia nos sitúa en un tren de alta velocidad que el último día del año parte a la cuatro y media de la tarde de Barcelona con dirección a Madrid. Una azafata, que es Rossy de Palma, ordena el ingreso de los pocos pasajeros al convoy. La fecha no es muy propicia para viajar y todos esperan llegar a tiempo para la cena de Nochevieja. La rápida marcha del tren se interrumpe de pronto. Alguno piensa que la alta velocidad facilita una rápida llegada. Pero no: el tren se ha detenido en medio de la nada, al parecer por una caída de tensión eléctrica, que los incomunica, en un paraje desolado e infinito a merced de un temporal de viento y nieve. La incertidumbre, la inquietud, la desconfianza y el temor, además de una serie de acontecimientos insólitos, dominan a los pasajeros entre los que empieza a cundir el desaliento y la más desatinada conducta, que descubre su carácter y sus más innobles comportamientos.

Entre la sátira más desmadrada y el vodevil caricaturesco los hechos nos sitúan ante una comedia negra y grotesca con personajes que no acaban de revelar su autentica identidad ni las tramas resuelven sus endebles planteamientos. Todo ello se expresa en ocasiones muy torpemente y los buenos actores y actrices no tienen muchas posibilidades interpretativas ante la indefinición de los tipos encomendados. Sólo aciertan en algún gag aislado o en rasgos de comicidad muy personales. La puesta en escena queda así desacompasada, fragmentada a veces, quizás por decisiones de montaje y con una fotografía nada afortunada, tal vez por el complejo movimiento de la cámara en el interior del tren.

Ello reduce su capacidad de diversión para el público, que parece el único objetivo de sus realizadores. Estos de manera demasiado ostensible han mimetizado momentos estelares de esos argumentos sobre tragedias en espacios reducidos y claustrofóbicos que tanto se brindan al drama o la comedia corales. Una visión burlesca de la actualidad del país sin la mordacidad, el ingenio, la gracia, la chispa y la agudeza que podría esperarse de una farsa de este tipo.

QUIROGA

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