Cada año cuando llega este escalón del estío que navega, no podía ser menos en Punta Umbría, entre julio y agosto, sentimos la mejor época para nuestro querido pueblo y admirada playa puntaumbriense. Y siempre, cada año hacemos balance de las cosas que le faltan y las que le sobran a Punta Umbría, como eje del veraneo capitalino y casi siempre nos quedamos con un eco desilusionado de todo lo que aquí creó la mano de Dios y lo poco que en tantos años pudo hacer, arreglar y ofrecer la del hombre.

Pero los cambios, siempre necesarios, ayudan a corregir los errores, aceptar lo bien hecho y lo más importante a crear un futuro innovador, serio, estudiado y sin vaivenes que la mayoría de los casos surgen con las intrigas políticas que a nada conducen.

Punta Umbría ha renovado su equipo municipal, fruto de las últimas elecciones de mayo. Una Corporación distinta y un nuevo alcalde. Algo se ha movido en favor de nuevos tiempos. Esperemos que la nueva pleamar municipal sea de alto coeficiente para poner proa a un puerto esperado con ilusión.

El nuevo alcalde, ya lo fue en otra etapa recordada, pone a disposición del cambio una experiencia ya experimentada. Conoce los entresijos del pueblo, donde las tensiones entre grupos políticos e influencia de familias son difíciles de manejar, comprometiendo a veces en sus opiniones, el auténtico desarrollo de un pueblo.

Conozco a José Carlos Hernández Cansino desde hace muchos años ya que tuve la satisfacción de ser amigo de su padre, persona con muchas inquietudes, buen político y lleno de energía en aquella juventud en la que todos queríamos arreglar las cosas para un tiempo mejor. Pienso que su progenitor estaría orgulloso de ver el trabajo y la dedicación de su hijo en favor de la comunidad en que habita. Ser alcalde en pueblos pequeños que por sus circunstancias, esta vez de origen natural y turístico se transforman algunos meses del año en auténticas ciudades de importancia, es un trabajo ímprobo y difícil cuando hay que consensuar muchos y diversos criterios. Su preparación como abogado constituye sin duda alguna un fuerte baluarte para aclarar muchos conceptos legales que a veces enredan los asuntos municipales.

José Carlos en su último mandato en la alcaldía, hace años, dejó una acertada misión rectora, donde le vimos una agradecida labor en favor de ciertos sectores urbanos, cercanos a la playa, abandonados de siempre.

Quienes queremos a Punta Umbría desde que nacimos, no podemos olvidar que el equilibrio del desarrollo tiene que estar entre lo social, industrial y turístico para conseguir la base de un progreso urbano y de trabajo en todos los órdenes que tarda en llegar.

Mi felicitación a la nueva Corporación y deseos de un mandato eficiente y esperanzador a José Carlos, su alcalde, en quien Punta Umbría ha puesto su confianza. Enhorabuena.

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