Huelva

"La solución económica para la provincia está en el Andévalo, en la minería"

-¿no cree que Huelva mira poco al Andévalo?

-Y eso que ahí está la fortuna. La solución económica para la provincia está en el Andévalo, en la explotación minera, exclusivamente. Ahora creo que hay en torno a 6.000 personas que trabajan en la minería, pero podrían ser 20.000 en dos o tres años si efectivamente se pusieran en valor las minas. El precio del cobre está por las nubes, y el del oro. No sé en qué piensan los políticos que proyectan la vida de los demás. Lo digo con absoluta rebeldía porque se piensa en qué tierras se van a quemar antes que en qué hombres se pueden morir. Seguiría apostando por ella, buscando los medios para que la incidencia en el medio ambiente sea mínima, pero no hay que olvidar que lo primero es vivir, primum vivere. Que el hombre pueda vivir en su entorno con un mínimo de bienestar, y ahora mismo el Andévalo, en ese aspecto, no tiene el adecuado.

-Más que no tener bienestar se dice que es una comarca muerta.

-Es una comarca de pasivos. Hay personas que se jubilaron con 42 años y eso hizo mucho daño psicológicamente. Nuestros pueblos mineros son endémicos y pasivos. Poco les puedes hablar de iniciar una actividad, pero hay mucha gente joven que viene detrás apretando y hay que sustentarla también.

-¿Está siendo Huelva muy ingrata con todo lo que el Andévalo le ha dado a la provincia?

-Huelva es industrial gracias a la minería, gracias al Andévalo. Es la minería la que empieza a finales del siglo XIX la industrialización en la provincia, con la creación de los ferrocarriles de Riotinto, La Zarza y Tharsis. Hay que prestarle más atención, y no digo solo políticamente. Tiene que haber una concienciación de todo el pueblo en general, que vea que si nos tenemos que rebelar por la salud, también nos tenemos que rebelar por una minería mejor explotada.

-¿Qué ha pasado en estos municipios? ¿Pesa mucho el desánimo?

-Sobre todo la inacción. No sólo es el hecho de que a los 42 años se te acabara la vida laboral, se te acababan muchas vidas. Acaba también tu pensamiento, tus necesidades de pensar, de leer, de proyectar necesidades, de ambicionar algo para que tus hijos y tus padres vivan mejor. No se puede culpar a la crisis del cobre.

-Pero tampoco debería reducirse todo a la minería, ¿no?

-Mira la fresa. Había un monocultivo de fresa y ahora hay multicultivo de frutos rojos. Vamos a pensar ahora algo de eso también para el Andévalo. Pero creo que la riqueza de esta comarca es la minería porque está estructurada para eso. Aunque hay algo también importante que está muy olvidado, como es el cooperativismo. Y falta educar, o reconducir de alguna manera, la iniciativa empresarial.

-También ha trabajado por el fomento del cooperativismo.

-Tenía un proyecto importantísimo para poner en una nave de Tharsis a 200 mujeres en una cooperativa de costura. Dos multinacionales muy conocidas compraban todo lo que se hiciera, pero llegó un momento en el que los costes eran superiores a lo que ofrecían esas compañías, que son las que ponen los precios y aprietan muchísimo, y eso nos echó para atrás. Habría sido muy importante.

-¿La política no le tentó?

-Me tentó la municipal, la local, pero no cuajó suficientemente y yo tampoco tuve ambición. Pero yo he estado toda la vida haciendo política cultural en Tharsis.

-En su pueblo queda reivindicar también el patrimonio histórico.

-Es verdad pero ahora se está poniendo en valor, sobre todo con el museo, que tiene ya muchísimas piezas, y con el archivo de la Compañía Española de Minas de Tharsis, que está muy bien recuperado y preparado para consultas. Es un auténtico lujo tener ese archivo allí. La gente debe conocer el museo, que es una preciosidad y tiene piezas de mucho valor. Por ejemplo, hay una fragua completa y varios vagones de trenes de viajeros que se ponían para Huelva, porque los lunes se permitía también a la gente viajar en el propio tren de mineral, con unos vagones para los jefes y otros para los empleados.

-Quizá faltó dejar el ferrocarril para el turismo, como en Riotinto.

-En Tharsis se destrozó la red de ferrocarril que había desde el malacate hasta Huelva. Todo eso se perdió y lo destrozaron. Pero ahora se pueden hacer recorridos de otro tipo por las minas, con senderos por paisajes auténticamente mineros, con otra apuesta que hay, que es la empresa A Cielo Abierto.

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