La salud de los pies durante el verano

cuidados sanitarios

El Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía advierte de los posibles peligros que sufre esta vital estructura anatómica

Un grupo de veraneantes camina por una de las playas del litoral onubense.
Un grupo de veraneantes camina por una de las playas del litoral onubense. / Josué Correa
M.j. Cartes

28 de agosto 2017 - 02:09

Los pies son una de las partes del cuerpo humano más vulnerables durante los meses de verano al ser más propensos a ataques y lesiones que otras zonas, al igual que su piel.

Para evitar posibles problemas o molestias durante estas jornadas, el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía lanza unas medidas básicas de prevención y unos consejos para el cuidado de los pies, además de alertar sobre su salud durante esta época.

Así, desde la corporación colegial advierten en primer lugar que caminar por la orilla del mar no es beneficioso para todas las personas, pues en ocasiones los paseos descalzos por la playa pueden sobrecargar la musculatura y provocar lesiones si estos son excesivamente largos, por lo que se recomienda la moderación de esta actividad.

En este sentido, el presidente del Colegio de Podólogos de Andalucía, Jorge Barnés, explica que "hay personas a las que sí les puede venir bien pero ante cualquier mínima molestia recomendamos acudir al podólogo para que realice el estudio biomecánico necesario que indicará si es aconsejable o no".

Para aquellos que sí puedan realizar esta actividad, sin embargo, también hay que tener algún factor en cuenta. Al no ser las playas completamente planas, los podólogos recomiendan caminar por la orilla marítima, donde la arena es más consistente y hay menor posibilidad de hundimiento del pie, de manera que disminuya la tensión muscular y la inestabilidad, evitando que una de las piernas soporte más peso que la otra y que se doblen los tobillos.

Otra alerta que lanzan los podólogos es sobre el cuidado que deben tener las personas de sus pies en las piscinas comunitarias, para prevenir el contagio de hongos y verrugas plantares, que son algunos de los peligros de las zonas húmedas. En estos casos, los profesionales aconsejan proteger los pies -sobre todo en el caso de los niños- con zapatillas acuáticas o escarpines en la zona de baño, al igual que con chanclas en los espacios comunes.

Para reconocer los síntomas más usuales de estos hongos, Barnés señala que son, básicamente, tener un "gran picor entre los dedos, fundamentalmente los centrales, así como enrojecimiento de la piel, descamación de la misma, grietas que en ocasiones pueden desplazarse a todo el pie, incluidas las uñas".

Por otro lado, si se sufre de papilomas o verrugas plantares durante los meses de verano, es necesario consultar al podólogo sobre cualquier duda, con la finalidad de no confundir estas lesiones cutáneas con callosidades. Para reconocerlas, los principales síntomas son el dolor al pellizco y no a la presión, además de que pueden rodearse de un halo blanquecino y, por último, que es frecuente la presencia de un punteado negruzco.

El Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía también aconseja cuidar la protección solar de los pies, utilizando un calzado ancho con suela amortiguadora, al ser más cómodo debido a la hinchazón por altas temperaturas, así como zapatos transpirables para evitar la sudoración excesiva y, además, moderar el uso de esmalte de uñas.

Por último, el principal consejo de los podólogos andaluces es poner la salud y el cuidado de los pies en manos de los profesionales sanitarios especializados.

En este sentido, este organismo que reúne alrededor de 2.000 profesionales en la comunidad autónoma andaluza, mantiene anualmente una gran estrategia de actividades encaminadas a sensibilizar a la ciudadanía sobre las funciones del podólogo y, concretamente, sobre la vital importancia de la prevención y la salud del pie, al repercutir en gran medida sobre el estado general del organismo.

El Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía defiende que estos especialistas son los únicos profesionales sanitarios especializados en el pie, que tienen la titulación universitaria y específica y que, además, deben estar colegiados para ejercer.

El presidente de la institución profesional es tajante en este asunto: "Poner los pies en manos de personas no tituladas sanitariamente y sin garantías de solvencia profesional ni esterilidad es poner en riesgo la salud".

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