Ante una desgracia de tal índole como la desaparición de un niño de corta edad, la psicosis se extiende del uno al otro confín del país y encuentra su caldo de cultivo en las leyendas urbanas y la rumorología. Desde que fueran arrebatados de los brazos de sus padres críos tan pequeños como Mari Luz Cortés o Yeremi Vargas, en cualquier lugar de España se repiten historias de furgonetas blancas que raptan a menores o de hombres que intentan llevarse a los pequeños en presencia de sus propios progenitores.

Una de las más extendidas es la leyenda que señala que en un centro comercial unos padres, repentinamente, se percatan de que su hijo ha desaparecido, dan la voz de alarma y rápidamente los guardias del establecimiento cierran las puertas. Finalmente -apuntan estos rumores- encuentran al chiquillo en el baño, solo, con la cabeza afeitada y con ropa totalmente distinta a la que tenía. Sin embargo, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado no tienen constancia de que este caso sea real.

Las furgonetas blancas que merodean por zonas infantiles en busca de niños que secuestrar han sido avistadas, además de en Huelva, en localidades como Zaragoza o La Coruña. Pocos días después de la desaparición de Mari Luz, su familia recibía el aviso de que en la localidad sevillana de Dos Hermanas habían linchado a un extranjero que había intentado llevarse a otra menor en presencia de su padre, algo posteriormente desmentido por la Guardia Civil, que no tiene constancia de la denuncia.

Además de la psicosis, este tipo de bulos alientan la xenofobia. Buena muestra de ello fue lo sucedido en el pueblo cordobés de Guadalcázar. Allí, un crío de 11 años que estaba sentado en la puerta de su casa el 31 de enero se alarmaba al acercársele un automóvil rojo en el que viajaban cinco rumanos. Los inmigrantes querían saber dónde estaba un taller al que habían acudido para comprar otro coche, según la Guardia Civil. Pero el crío se asustó, avisó a su familia y los rumanos fueron agredidos presuntamente por una veintena de vecinos. Ante estos rumores, más vale ser cautelosos.