Islantilla no ha llegado a tiempo para recibir a los primeros turistas de la temporada. La imagen de la playa no ha sido la adecuada en Semana Santa y las máquinas han seguido trabajando hasta el Miércoles Santo, sin que culminaran los trabajos para el adecentamiento de la zona de baños.

Los empresarios han denunciado este hecho y apuntan directamente a la gestión de la Subdelegación del Gobierno, que "ha tenido una sesibilidad nula". El presidente de la Diputación, también del Patronato Provincial de Turismo, Ignacio Caraballo, se refirió ayer a este hecho al destacar la necesidad de "una planificación mucho más seria para arreglar las playas y que estén en perfecto estado de revista cuando lleguen estas fechas". E incluso en las redes sociales, un concejal de la capital, Enrique Figueroa (Ciudadanos), denunció un estado muy parecido en el otro extremo del término lepero, al comienzo de la playa de La Antilla, junto a la urbanización Vera de Mar, también con montones de arena entre bañistas, servicios públicos cerrados y falta de iluminación.

"Las máquinas estuvieron trabajando en Islantilla hasta el Miércoles Santo. Es cierto que lo hacían a primera hora, antes de la llegada de los bañistas a la playa, pero la sensación de improvisación que se provocaba era tremenda. Y dejaron montículos de arena, sin terminar las actuaciones", explicaba ayer a este periódico el secretario general del Círculo Empresarial de Turismo, Rafael Barba, quien significó las quejas de los turistas por las dificultades para su movilidad. "Ya pedimos a la Subdelegación que si no les daba tiempo a terminar los trabajos antes del Viernes de Dolores, que los pararan y continuaran este lunes, pero no han tenido en cuenta el daño a la imagen que hemos ofrecido, que ha sido tercermundista".

Caraballo, por su parte, reiteró en un acto en la Casa Colón su petición al Gobierno de un plan especial de playas para la provincia, porque "aunque no ha sido impedimento para que la gente venga, no podemos estar siempre actuando a última hora".

Además, y pese al buen comportamiento del turismo, consideró "obligado" hacer un llamamiento a la inversión en las infraestructuras, "el gran hándicap del sector en la provincia".