Respons(H)abilidades

Las seis diferencias de la RSC que sí es RSC

  • Ya sea a fuerza de ley o por exigencias del mercado, la Responsabilidad Social Corporativa es cada vez menos voluntaria, por eso es importante reconocerla bien

LA RSC no es acción social. A riesgo de parecer pesada, tengo que aprovechar la oportunidad y repetir hasta la saciedad esta afirmación para luchar contra una confusión generalizada que, en mi opinión, es uno de los problemas que ha dificultado el desarrollo de la Responsabilidad Social Corporativa.

Todavía hay bastantes entidades que abanderan la RSC que se preocupan por mantener este tipo de confusiones de forma interesada. Les parece mucho más fácil eso que ser transparentes y relacionarse con la sociedad en la que trabajan y para la que trabajan.

Sin embargo, a medida que la legislación española evoluciona y cada vez más comunidades autónomas impulsan políticas de Responsabilidad Social, éstas tienen menos recovecos en los que esconderse. La RSC es cada vez menos voluntaria, ya sea a fuerza de ley o por exigencias del mercado. Por eso es importante reconocerla bien.

La RSC que sí es RSC tiene seis diferencias básicas:

1. Crea valor social: tiene un propósito social claro, y la empresa que hace RSC se compromete con sus resultados sociales y ambientales tanto como con los económicos.

2. Está presente en toda la estructura de la empresa: no sólo en los departamentos de comunicación o marketing. La RSC es considerada una estrategia del negocio en la que los empleados son los primeros beneficiarios y también sus principales embajadores.

3. Tiene objetivos anuales claros: no trata de buscar a final de año cosas bonitas que poner en los informes. La empresa que hace RSC de verdad se propone a principios de año objetivos claros en materia social, económica y ambiental, con indicadores medibles, para idear mejoras y nuevos objetivos de forma continua.

4. Escucha a todos sus públicos de interés: la RSC de verdad tiene claros los grupos interesados en la gestión de la empresa y se relaciona con ellos, dando espacio a las nuevas ideas y oportunidades que se generan, no imponiendo medidas que, por muy positivas que parezcan, realmente los públicos no están demandando.

5. No es altruista: la RSC tiene peso en las principales decisiones del negocio buscando la rentabilidad de la empresa y la persistencia de las medidas e iniciativas que impulsa: es sostenible, no altruista.

6. Es considerada una inversión: y como tal las políticas de RSC son estables en la estrategia global de la empresa, y se miden los retornos tangibles e intangibles que las justifican.

En estos tiempos de absoluta exposición y globalización que vivimos, ya no es viable pensar que las empresas puedan mantenerse aisladas. Aquello de que una empresa está para ganar dinero ya no basta. Por supuesto que tiene que ganar dinero, es su deber, pero también tiene un papel social y ambiental inevitable del quee debe asumir sus derechos y también sus deberes. Y esto además debe ser rentable, si no, no es RSC.

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