En estos años de lucha incansable muchos han sido los esfuerzos de SOS Bebés Robados Huelva por reponerse tras el varapalo judicial que recibió de la Audiencia en 2012, con los casos sepultados para siempre bajo la losa de la prescripción. Pese al trabajo silencioso pero constante llevado a cabo por su presidenta, Esperanza Ornedo, en los últimos meses la onubense ha agitado el panorama intentando arrancar compromisos a las autoridades que puedan conducirla, paso a paso, a la resolución de los asuntos.

En mayo expuso en una reunión con parlamentarios europeos "la problemática existente en nuestra provincia". Las denuncias enviadas previamente a Bruselas se extraviaron "o no llegaron a salir del país". Lo cierto es que no arribaron a su destino, algo "dudoso y cuestionable".

El pasado 6 de octubre, por ejemplo, se reunió con el delegado de Salud de la Junta en Huelva, Rafael López, y con los gerentes de los hospitales. A ellos les expuso las irregularidades sanitarias de buena parte de los casos y "la falta de información por la inexistencia de los historiales médicos". Ornedo consiguió comprometerlos a rastrear de nuevo la documentación y, de aparecer, entregársela a las familias.

El 10 de octubre el encuentro se produjo con el fiscal jefe de Huelva, Luis Fernández Arévalo, y el director general de Justicia en Andalucía, Francisco Muñoz, donde "solicitamos ayuda para intentar dar solución al bloqueo en la Audiencia y buscar un desenlace para nueve exhumaciones en fosa común en el cementerio de La Soledad".

Finalmente, el pasado 17 de noviembre la asociación celebró asamblea extraordinaria en la que conocieron los casos de primera mano el delegado de Salud y la diputada María Márquez.