En 1877, el estadounidense Alexander Grahan Bell construyó el primer teléfono capaz de transmitir y recibir la voz humana con todas sus características.

La primera referencia del teléfono en nuestra ciudad está datada el 28 de marzo de 1889, cuando el diario La Provincia anunciaba una conferencia en el Ateneo donde se explicaría su aplicación: "Esta noche a las ocho y media dará el ingeniero industrial Sr. Bofia, una conferencia sobre la aplicación del teléfono y el micrófono.

Dada la importancia del asunto, objeto de la disertación de nuestro amigo, creemos que el Ateneo ha de estar esta noche muy concurrido".

La primera línea telefónica, a petición del Comandante de Marina, (1) para que funcionara en nuestra capital, unía la Barra del puerto con la población, con la Comandancia de Marina y con el Ayuntamiento.

En las Actas de la Junta de Obras del Puerto del 27 de marzo de 1891, se remitía el proyecto de la citada línea telefónica al ingeniero jefe de Obras Públicas de la Provincia. El presupuesto fue aprobado por la Junta el 5 de junio de ese mismo año y ascendió a 5.352 pesetas (3).

A mediados de mayo de 1891, (2) el diario El Obrero comunicaba el propósito de un grupo de financieros de formar una sociedad para la instalación de un teléfono al servicio del público.

El 21 de noviembre de ese mismo año (4), el director de la Compañía de Riotinto se dirigía al ingeniero de la J. O. P. de Huelva "concediendo permiso para colocar los postes para la línea telefónica de la barra a este puerto a lo largo de la vía férrea de aquella Compañía, en su trayecto desde Huelva a San Juan del Puerto y solicitando colocar en los referidos postes un hilo telefónico desde el muelle de la repetida empresa".

Poco a poco el teléfono fue imponiéndose. Así, en mayo de 1892 la Junta de Obras del Puerto le concedía autorización a Fermín de la Sierra (5) para instalar un hilo telefónico de enlace desde su casa a la estación central del de la barra…".

En mayo de 1896, queriendo el Ayuntamiento establecer una red telefónica que uniera la Casa Ayuntamiento con la Pescadería y el entonces nuevo edificio del Matadero, le pide a la Junta autorización para hacer la instalación en la parte de la línea que la misma tenía establecida en la barra de su puerto (6).

En sesión celebrada el 3 junio de 1896 (7), el Ayuntamiento acepta la concesión de la Junta "para hacer la instalación de una línea telefónica que una la Casa Ayuntamiento con la Pescadería del Dique y edificio Matadero en los postes que esta Junta tiene establecidos en su línea a la baja".

En el diario La Provincia del 28 de junio de 1896, se leía: "Ha terminado con buen éxito la instalación de la red telefónica del Excmo. Ayuntamiento a la Pescadería y al Matadero. La instalación de apartados y líneas han sido montadas por los Sres. Padilla y López Parejo".

En febrero de 1897, se acordaba establecer comunicación telefónica entre la Comandancia de Marina y los distintos organismos (8).

En mayo de 1901, el Ayuntamiento procede a variar el trazado de la línea telefónica de la Pescadería y el Matadero y la sustitución de los postes y el conductor inutilizado (9 y 10).

En junio de 1902, se acordó establecer un servicio público de teléfono en las oficinas del Muelle de hierro y los tinglados (11) y, un mes más tarde, se establece el teléfono público en la oficina del muelle del puerto (12). Por cierto, que este teléfono quedó fijado en el café de Fidel Santamaría.

En la sesión municipal del 22 de octubre de 1901, se acuerda solicitar al director general de Correos y Telégrafos una centralita, "fundada esta petición en la importancia y diversidad de los servicios encomendados a la administración municipal…".

El uso del teléfono se iba generalizando. Así, en La Provincia del 30 de octubre de 1901: "Verificadas más de 30 instalaciones, hasta el momento presente, por la Sociedad de Teléfonos de ésta, funcionan todas comunicadas con la Central. Para poner en comunicación unos abonados con otros, hay tres señoritas; una con plaza de telefonista y dos como meritorias".

En esas fechas, se levantaba un edificio en la calle Carmen expresamente para Central de teléfonos.

Trece días más tarde, La Provincia se ufanaba de la Central: "Ayer visitamos la Central de Teléfonos, quedando agradablemente sorprendidos del lujo y buen gusto que ha reinado en la instalación de este centro. La habitación posada destinada a comunicaciones está decorada convenientemente, no omitiéndose gasto alguno para que el mobiliario resulte severo en relación con el objeto a que se destina.

Hay un pequeño apartamento destinado para el público, independiente de éste se encuentran las señoritas que prestan el servicio de comunicaciones.

Corre ésta a cargo de la señorita Ramona Aragón y Pérez; Isabel Pérez, como empleada del centro, y Asunción".

En la sesión de 11 de marzo de 1902, la Junta del Puerto "En vista de las interrupciones que sufre el servicio telefónico de la Barra de este puerto, motivadas por las malas condiciones de su trazado en ambas orillas del río Tinto, desde Huelva a San Juan del Puerto," acordó variarlo.

En la sesión municipal del 9 de marzo de 1904, se solicitaba aumento del personal de la Estación de Telégrafos y que se autorizara el servicio telefónico interurbano.

Poco después, se instala un teléfono en el Juzgado de Huelva. El 24 de enero de 1905, se autorizaba a Guillermo Duclós para colocar soportes de hiero en el almacén municipal para instalar un teléfono.

Tras las gestiones de Luis Romero y Guillermo Duclós en representación, respectivamente, de las Compañías mineras Cueva de la Mora y San Miguel, el 22 de febrero de 1907 se informa favorablemente a la instalación de una línea telefónica entre la capital y las citadas minas.

A través de la denuncia formulada por Diego González (14), advertimos que la Casa de Teléfonos se encontraba en 1907 en La Placeta: "Diego González Morón… Expone: Que la casa número 61 de la calle Sagasta -actual Plus Ultra, añadimos nosotros- lindera con el domicilio del exponente, al parecer se encuentra ruinosa pues continuamente se desprenden de las repisas de los balcones trozos de ladrillos y mezcla como igualmente por el interior, con motivo del empuje que le hace la Casa Teléfono y la Casa Restaurante Fornos…".

La línea telefónica que unía a Huelva y Sevilla fue llevada a cabo por la Compañía Peninsular de Teléfonos en 1911 (15)

"Accediendo a lo solicitado por el Sr. representante de la Compañía Peninsular de Teléfonos, se acordó autorizar a aquella para que pueda colocar varios postes en la carretera del Matadero para el tendido de la línea telefónica interurbana de Sevilla a esta capital…".