Provincia

La Peña, Reina del Andévalo

  • La Virgen fue portada a hombros por los peñeros y luego por las peñeras en una inusual jornada de lunes · Los nuevos mayordomos recogerán hoy los pendones tras el popular Sermón de Súplicas

Después de un fin de semana repleto de romerías por toda la geografía provincial, cuyos principales denominadores comunes han sido sobre todo la devoción y los sonidos de la gaita y el tamboril, los ecos de ambos instrumentos aún se dejaron escuchar ayer en el Andevaleño Cerro del Águila gracias a la celebración del Lunes de Romería de la Santísima Virgen de la Peña, en Puebla de Guzmán.

Una de las celebraciones romeras más arraigadas y con más sabor de la provincia de Huelva, que habitualmente tiene lugar el último fin de semana de abril, pero que este año, debido al retraso de la Semana Santa, los puebleños han celebrado este fin de semana, coincidiendo el día grande de la Romería (el domingo), con el primer día del mes de mayo.

Sin duda, se trata también de una romería que supone toda una manifestación cultural, motivo por el que fue catalogada en 1999 por el Gobierno Autonómico como Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.

De esta forma, la romería en honor de quien también es considerada por muchos como la Reina del Andévalo, inició ayer su recta final tras varios días de fiesta y devoción que se iniciaron en la noche del viernes con el solemne traslado del Simpecado desde la parroquia hasta la Casa de la Hermandad.

La tarde del sábado estuvo marcada por la tradicional recogida de los mayordomos con sus pendones por los miembros de la hermandad para recorrer las empedradas calles de Puebla de Guzmán antes de subir al santuario de la Virgen de la Peña, en el Cerro del Águila.

La comitiva se caracteriza por una gran caballería, que este año se vio sorprendida por la lluvia, pero que supone una de las señas de identidad de esta romería, en la que destacan las mayordomas vestidas con el traje típico de gabacha en jamugas y a lomos de mulos.

La jornada del domingo también se vio bastante deslucida por la lluvia, que impidió la tradicional salida procesional de la Virgen de La Peña por los alrededores de la ermita hasta el lugar conocido como Pisá del Potro. Una atalaya desde la que se divisa Puebla de Guzmán y desde la que por tanto la Reina del Andévalo bendice año tras año a todos los puebleños

No obstante, el resto de cultos sí se desarrollaron con normalidad como la recepción y misa de hermandades de La Peña que han acudido a la romería, la solemne función religiosa, y en sustitución de la procesión, los miles de vítores y vivas dedicados a la Virgen en el interior de la ermita, donde a pesar de la lluvia, no faltó el calor de cientos de peñeros, numerosos peregrinos venidos de todos los puntos de la provincia, los representantes de la hermandad, las cuatro mayordomías con que ha contado la romería este año y los danzaores ejecutando el vistoso Baile de las Espadas.

Ayer, tras la Santa Misa, los vivas y vítores en honor de la Reina del Andévalo se volvieron a suceder con más intensidad si cabe en el Cerro del Águila debido al buen tiempo reinante cuando, después de la misa, la meteorología permitió que la imagen de la Virgen procesionara a hombros de los peñeros en la primera vuelta a la ermita, y de las peñeras en la segunda. Ya por la tarde, la caballería bajó de nuevo a Puebla en compañía de la hermandad y los mayordomos.

La jornada de hoy martes estará marcada por la recogida de los mayordomos por la Hermandad para recorrer una vez más las calles del pueblo antes de subir los pendones al santuario.

A la llegada de la caballería, el Sermón de Súplicas marcará un año más el preludio de una nueva romería. Y es que con un Viva la Virgen de la Peña, aquellos peñeros que así lo deciden garantizan la renovación de las promesas y los pendones un año más, dando continuidad a la tradición. Así, los pendones en manos de los nuevos mayordomos engarzan el eslabón para la siguiente romería.

La toma de posesión de los pendones por los nuevos mayordomos que tendrá lugar hoy martes tras el Sermón de Súplicas también marcará el final de la romería. Los nuevos mayordomos bajarán definitivamente al pueblo acompañados por la caballería.

La romería de la Peña es una de las manifestaciones de religiosidad más distinguida de la provincia de Huelva. A pesar del desconocimiento de su origen exacto, la leyenda fija en 1470 los inicios de la veneración a la imagen de la Virgen de la Peña, tras su aparición el 8 de diciembre de ese año a un pastor llamado Alfonso Gómez.

También se sabe que a principios del siglo XVII el culto y la procesión hasta la ermita situada en el Cerro del Águila, una impresionante atalaya de piedra situada a unos cuatro kilómetros de Puebla de Guzmán, estaban ya consolidados.

El primer documento escrito de la celebración de la romería data de 1636, destacando las referencias a la misma en los mandatos de la visita pastoral del arzobispo Jaime de Palafox y Cardona, a finales del XVII.

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