La ocupación turística en la comarca serrana durante el puente festivo de la Constitución o de la Inmaculada fue "positiva, aunque con cifras por debajo de lo esperado en un principio". Los datos provisionales indican que los hoteles estuvieron al 85%, según Cinta Aguilar, presidenta de la Asociación de Empresas Turísticas de la Sierra.

Los responsables de los negocios de restauración y hospedaje están algo desencantados con la ocupación, ya que se situó por debajo de lo esperado. En especial, la segunda parte del puente debido a la climatología adversa. Incluso, algunos turistas pernoctaron menos noches de las previstas inicialmente cuando se declaró el temporal. En algunos casos llegaron a anularse reservas. En cuanto a la huelga de controladores, no afectó casi nada porque el visitante mayoritario de la comarca es nacional y suele llegar en su propio vehículo. Todo ello, sumado a la crisis actual y a la decadencia leve del sector en los últimos tiempos propicia unas perspectivas económicas a la baja teniendo en cuenta que el de diciembre es el gran puente del año para el turismo de la Sierra onubense.

El otoño es una de las estaciones más positivas en cuanto a número visitantes para la zona norte de la provincia de Huelva. Como antecedentes, la comarca tenía la cara y la cruz, es decir, el puente de Todos los Santos en torno al 1 de noviembre o del Pilar durante el 13 de octubre respectivamente con resultados opuestos.

Durante la mayoría de los días la lluvia persistió sin olvidar las peligrosas tormentas y las fuertes rachas de viento. La Sierra estuvo en alerta naranja y amarilla por lluvia a lo largo del puente y en alerta amarilla por fuertes vientos. El mal tiempo influyó en la presencia de los turistas a la multitud de eventos y fiestas de la Sierra durante estos días, dejando huella el último día con daños ocasionados por el temporal.

En los últimos meses debido a situación de crisis económica, las reservas se realizan a última hora, salvo ciertas excepciones donde las previsiones se hacen con mucha antelación.

El sector nota la crisis económica sobre todo entre semana cuando los establecimientos están acogiendo a un número de visitantes muy inferior a lo esperado. Incluso suelen permanecer menos días que años atrás.

Todo ello provoca la correspondiente bajada en las tarifas y colocación de precios especiales. En particular, para los días de diario, de lunes a jueves, cuando la situación es más baja de lo deseable para casi un centenar de empresas.