Provincia

El vertedero admite la entrada de residuos tóxicos procedentes de Italia

  • Ecologistas pide información a Befesa sobre los desechos y pregunta si la decisión está relacionada con la crisis de la basura de Nápoles · Medio Ambiente no determina el origen de los malos olores

El director general de Befesa, Santiago Ortiz, admitió ayer, durante la Comisión Municipal del Vertedero de Nerva, que la planta admitirá residuos tóxicos y peligrosos procedentes de Italia. Ortiz no dio más datos sobre el número de toneladas que tratará la instalación y la procedencia concreta de los mismos.

La confirmación de la llegada de residuos italianos ha causado estupor en las filas de IU y Ecologistas en Acción. El portavoz de la organización conservacionista, Juan Romero, pidió información sobre las características específicas de los desechos que llegan desde Génova vía Puerto de Sevilla y luego por carretera hasta las instalaciones de Zarandas. Los conservacionistas denuncian que el primer ministro transalpino, Silvio Berlusconi, envíe sus desechos a Huelva y quieren saber si "la crisis de la basura que ha vivido Nápoles tiene algo que ver con esta decisión".

No hay que olvidar que miles de toneladas de basuras inundan las calles de la Campania y la falta de tratamiento provoca que los residuos se mezclen sin ningún tipo de control y garantías.

El tráfico de residuos está permitido en la UE, aunque los promotores del llamado Complejo Medioambiental se comprometieron en 1995 a no aceptar en la zona residuos fuera del ámbito andaluz y español.

El director de Befesa sí negó que lleguen residuos procedentes del País Vasco. "El 99% de los residuos originados en el País Vasco se tratarán allí y alrededor de 10.000 toneladas serán depositadas en nuestra planta de Valladolid. Si algo llega a Nerva será ínfimo", dijo Ortiz.

La Comisión Municipal, presidida por el alcalde nervense, Domingo Domínguez (Giner), y formada por partidos políticos, sindicatos, empresarios, asociaciones de vecinos y la propia empresa, comprobó que, tras más de un año de investigaciones, la delegación provincial de Medio Ambiente de la Junta se mostró incapaz de determinar el origen de los malos olores de los que los vecinos de Nerva llevan quejándose de manera reiterada desde el verano del año pasado y sobre los que el vertedero de residuos tóxicos y peligrosos elude cualquier tipo de responsabilidad.

Esta fue la principal conclusión a la que se llegó en la Comisión de Seguimiento tras más de tres horas de debate en el que la Junta de Andalucía dio a conocer los dos estudios realizados en octubre de 2009 y el verano de 2010, cuando una unidad móvil de Medio Ambiente analizó la calidad del aire en Nerva durante sendas quincenas.

El jefe del Servicio de Protección Ambiental de la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Huelva, José Antonio Candela, apuntó a ciertos picos de sulfhídrico, dentro de los límites legales de contaminación, como posibles causantes de estos olores, cuyos posibles focos van desde las propias instalaciones del vertedero hasta los arroyos de aguas fecales sin depurar, pasando por las escorias mineras que rodean la localidad.

Para intentar determinar el origen y la causa exacta de estos malos olores, los técnicos de la Junta estudiarán de forma concienzuda los datos que se recogerán en continuo durante un año desde los cinco tubos pasivos instalados en el entorno de Nerva. A saber: tres en las inmediaciones del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos, uno en el Centro Municipal de Transportes y otro en la zona de Marismillas.

Aún así, los técnicos se apoyaron en los recientes estudios realizados por la Universidad de Huelva sobre la calidad del aire en la Cuenca Minera para descartar que estos olores puedan tener cualquier consecuencia negativa para la salud de la población.

El portavoz de Ecologistas recomendó a los técnicos el estudio de los niveles de benceno e hidrocarburos existentes en la zona procedentes de los lodos contaminados de las petroquímicas.

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