El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Juan Díaz Trillo, vino ayer a echar el freno a la aprobación del Plan de Ordenación de Regadíos de la Corona Norte de Doñana al afirmar que este documento supondrá un "cambio sustancial" en ese espacio natural y que, por tanto, "hay que hacerlo bien y no tanto ya, ya". La elaboración de dicho plan fue un compromiso adoptado en 2007 por tres consejerías: Medio Ambiente, Ordenación del Territorio (hoy integrada en Obras Públicas) y Agricultura.

Las manifestaciones del consejero se producen tan sólo unos días después de que su propio departamento anunciara como inminente la aprobación del documento inicial del Plan de Regadíos para su exposición pública, antes de ser sometido a alegaciones. El pasado jueves, la Comisión de Doñana -en la que participan todos los actores implicados en este debate, incluida la Junta de Andalucía- acordó la legalización de las 9.500 hectáreas ya recogidas en 2004 en el Plan de Ordenación del Territorio de Doñana (Potad), en tanto que dejaban otras 1.500 fuera de ordenación por situarse muchas de ellas en monte público y contar con pozos ilegales.

En declaraciones a los periodistas en Sevilla, Díaz Trillo afirmó que el plan introducirá modificaciones en las hectáreas de cultivo de la zona posteriores a la aprobación del Plan de Ordenación Territorial del Ámbito de Doñana (Potad) en el año 2004, un "precepto claro", según señaló, pero no quiso entrar en detalles como el número de hectáreas que pueden verse afectadas por esta nueva planificación.

El consejero subrayó la importancia del plan por las "especiales implicaciones que tiene en materia de aguas o la agricultura, de gran relevancia en el mercado internacional por su calidad", lo que hace de su articulación un "trabajo difícil y complejo" al que le quedan "algunos ajustes". De este modo, informó de que continuarán las reuniones técnicas para seguir perfilando el plan, así como la puesta en común con agricultores, administraciones y ecologistas para que resulte un documento "lo más consensuado posible".

"Hay una realidad compleja detrás de este plan, por los muchos agricultores que se ganan la vida en Doñana, porque Doñana también es agricultura y eso hay que mimarlo", manifestó.

Las palabras del consejero contrastan con la versión ofrecida por el delegado provincial en Huelva, Juan Manuel López, el jueves a Huelva Información, cuando aseguró que ninguna hectárea de las excluidas del Potad sería legalizada.

Las manifestaciones de Díaz Trillo fueron contestadas horas después por el presidente del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE), Paco Casero, quien en declaraciones a Huelva Información acusó a la Administración autonómica de incumplir los plazos establecidos y de estar contribuyendo a dañar la imagen de la agricultura que se desarolla en Doñana. "Esta situación de inestabilidad a la que se ven sometidos los agricultores no puede prolongarse por más tiempo", subrayó Casero.

"Hace tres años que tres consejerías firmaron el acuerdo para la redacción del Plan de Regadíos y no existe razón alguna para que se aplace. No se puede continuar con ambigüedades que no responden a las exigencias del sector", añadió el representante de las explotaciones ecológicas andaluzas, quien conminó a Díaz Trillo a explicar las razones por las que no se da a conocer el documento aprobado en la Comisión de Doñana el pasado jueves y que contó con el respaldo de todos los sectores implicados. Entre ellos estaba la propia Junta de Andalucía y el alcalde socialista de Almonte, Francisco Bella.

A lo largo de los tres años transcurridos, según el testimonio de Casero, se han venido construyendo nuevos pozos sin licencia en el espacio de Doñana y ocupado suelo público de uso forestal para plantaciones ilegales. "Es el momento de la decisión política, de cumplir los compromisos de manera urgente", sentenció el presidente del CAAE.

La ordenación de los regadíos en esta zona incluye los términos de Lucena del Puerto, Bonares, Almonte y Moguer. Las captaciones de agua sin control están provocando la alarmante desecación del Acuífero 27, que nutre el Parque. Entre las captaciones agrícolas de Sevilla y las de Huelva, el Acuífero ha llegado a bajar hasta 18 metros en algunas zonas.

La Unesco tiene pendiente una visita de un comité internacional para evaluar la situación de Doñana. El periplo fue anunciado durante los actos de celebración del 40 aniversarios de la declaración de Doñana como Parque Nacional.