Provincia

Homenaje a 150 nombres

  • Una placa conmemorativa en el cementerio de San Sebastián recuerda a las víctimas de la Guerra Civil · Unos 70 vecinos participaron en su colocación

Las últimas novedades, investigaciones y publicaciones en torno a la Guerra Civil en la Sierra han centrado un programa de actos que ha tenido como escenario Aracena. El más emotivo fue el homenaje a las víctimas, con la colocación de una placa conmemorativa en el cementerio de San Sebastián con el nombre de las más de ciento cincuenta personas cuyos cuerpos se encuentran en una fosa del camposanto aracenense, ubicada a la izquierda de la entrada principal del cementerio.

En la placa se puede leer el nombre, acompañado por la fecha, en algunos casos, en la que fueron fusilados, la mayoría sobre la propia tapa lateral del cementerio, y fallecidos por diversos motivos. Además de vecinos de Aracena hay otros procedentes de Fuenteheridos y Puerto Moral, quienes estuvieron representados por los alcaldes de ambas localidades, Martín Martín y Ezequiel Ruiz.

El acto estuvo arropado por una setenta personas, todas ellas con un clavel rojo en la mano que fueron depositando sobre la placa de mármol. El alcalde de Aracena, Manuel Guerra, leyó un manifiesto para comenzar. Tras lo cual, el historiador local Mario Rodríguez explicó que años atrás se habían hecho otros homenajes a las víctimas de la Guerra, con otra placa genérica por parte del Ayuntamiento sobre la existencia de estas personas y, en abril del 2009, con un acto privado, por familiares, conocidos, y curiosos en general.

Rodríguez realizó una lectura de dos poemas alusivos a la contienda de poetas de la época e invitó a los presentes a realizar cualquier intervención, siendo varias personas las que se animaron a participar. Una de ellas hizo también extensivo este homenaje a las víctimas de Aracena que por desgracia fueron fusiladas fuera de la comarca serrana y están en fosas comunes de las que se desconoce su paradero.

Otros dos vecinos, de forma improvisada, interpretaron allí mismo (con guitarra en mano José Pío y la voz de Pepe Pasota) dos temas como el clásico Para la libertad de Joan Manuel Serrat y un poema cantado de Miguel Hernández. A continuación, le tocó el turno a los familiares que rindieron homenaje, tras tantas décadas de olvido y silencio, a la placa conmemorativa donde aparecen los nombres de las personas fusiladas, para que las generaciones futuras conozcan su historia y jamás se vuelva a repetir.

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