Hasta hace poco, en una empresa petrolífera, el término sostenibilidad era poco menos que una palabra antagónica con su propia naturaleza empresarial y, por tanto, no tenía cabida o razón de ser en su diccionario.

Esta situación ha comenzado a revertirse y entidades como Cepsa han empezado a priorizar y hacer suyo este modelo de gestión que hoy se enmarca dentro de la estrategia de compromiso social, y cuyo éxito se prepondera o sitúa a la par que la cuenta final de resultados. Al menos así lo sostuvo el presidente de la Refinería La Rábida, Álvaro García, con motivo del Foro Doñana de la Empresa Sostenible que promueven la Fundación Doñana 21 y Cajasol, cuya nueva edición acogió ayer el Restaurante Las Dunas de Mazagón.

Como preámbulo del acto las empresas patrocinadores del foro y los medios de comunicación pudieron visitar las instalaciones de la Refinería La Rábida, tras cuya ampliación en la que se encuentra inmersa la planta permitirá duplicar las capacidades de refinamiento de crudo. De igual modo, Cepsa se congratuló en mostrar la Laguna Primera que ha recuperado medioambientalmente para uso público y cuya inversión ha corrido a cargo de la empresa. Esta actuación ha permitido la creación de una zona botánica y la restauración de todo el espacio degradado con la limpieza de drenajes, la creación de isletas para avifauna, la revegetación del área perilagunar y rupícola, la recuperación de la superficie lagunar y de sus márgenes adyacentes, el desalojo de cultivos que se habían extendido hasta la misma orilla del humedal o la adecuación del pantalán. Igualmente se ha habilitado enclaves de interés faunístico con vallado perilagunar por todo el entorno, donde se han señalizado toda su área y se han creado y adecuados senderos para disfrute de la ciudadanía.

Una vez en el Foro, García ofreció toda una declaración de intenciones de cumplir no sólo con la legislación pertinente en materia de medioambiente, "sino de anticiparnos a ella mejorando la eficiencia energética o el propio consumo de recursos hídricos que desde 1995 se ha reducido en un 78%". Un éxito que además ha venido de la mano de una reutilización de las mismas en un 50%. El único apartado donde suspende la empresa es en el volumen de emisiones que ha aumentado en torno a un 7,5%, si bien lo justificó por cuestiones intrínsecas al incremento de la producción. Por otro lado, recordó que las inversiones en la planta durante 2009 ascendieron a 64,94 millones de euros, mientras que en ese mismo ejercicio en materia medioambiental se destinaron recursos por valor de 15.510.000 euros.

El directivo también incidió en que la inversión desde 1996 hasta el 2009 en la planta onubense asciende a 232 millones de euros, "lo que nos convertirá en un referente a nivel europeo y, por ende, mundial".

Un conglomerado de cifras que responde a lo que se ha denominado Responsabilidad Social Corporativa que, según el responsable de Cepsa, no es otra cosa que mantener un compromiso basado en tres pilares fundamentales como son: "La seguridad, el medioambiente y la calidad". Un binomio que, apostilló, ha de ir encaminado a perseguir la excelencia y la eficiencia empresarial sin perjuicio de los valores sociales. Por ello, se autoconminó a mantener una actitud proactiva y de trasparencia en la gestión.

También destacó que las certificaciones medioambientales han de ser vistas como algo más que un mero trofeo, si no como un modo de avanzar y mejorar en la gestión en estos campos, ya que las propias auditorias que preceden a estas acreditaciones "permiten obtener ideas que pueden contribuir a mejorar la gestión y que, a priori, pueden pasar desapercibidas".

La presidenta de la Fundación Doñana 21, Cinta Castillo, se congratuló de que entre nuestro tejido empresarial existan empresas que tiene como bandera un compromiso social y medioambiental tan firme y que a través de este foro puedan "difundir y dar a conocer a la ciudadanía la responsabilidad social de las entidades mercantiles". Castillo agradeció la recuperación de la aguna y que este proyecto no se circunscriba a una iniciativa aislada, sino que responde a toda una estrategia global de gestión empresarial. La ex consejera subrayó que, "aunque hablemos de una empresa cuya gestión produce contaminación, esta información es publicada en un ejercicio de trasparencia y gran parte de los beneficios son revertidos en el clave social".

El alcalde de Palos de la Frontera, Carmelo Romero, señaló a Cepsa como "un modelo a seguir" que ha asumido de forma voluntaria un compromiso de sostenibilidad, preocupándose del entorno donde desarrolla su labor económica más allá de palabras vacuas o por intereses meramente de marketing, lo que ha refrendado "con inversiones y con implicación social".