El alcalde de Almonte, Francisco Bella, ha llevado a la mesa de diálogo abierta a través de Doñana Ecosocial la propuesta de rescatar parte del agua destinada al riego de los arrozales y derivarla al cultivo de fresas en la comarca. Según Bella, "una hectárea de cultivo de fresa produce quinientas veces más puestos de trabajo que una hectárea de cultivo de arroz, y no está subvencionada".

La iniciativa de Bella se produce cuando está en cuestión el cultivo de grandes extensiones de tierras debido a la grave situación que padece el acuífero 27 que nutre el Parque Nacional de Doñana.

La propuesta del Ayuntamiento de Almonte pasa por rescatar los derechos de riego en algunos cientos de hectáreas de arroz con lo que se daría agua suficiente para el riego agrícola en toda la comarca de Doñana, con un objetivo fundamentalmente social.

Para el alcalde de Almonte, "es mucho más fácil adoptar esta medida que invertir en infraestructuras nuevas. A su juicio, "eso nos permitiría centrarnos en el auténtico problema, que es el de la calidad del agua; que el agua no sea un elemento de contaminación de Doñana".

Con respecto al sector agrícola almonteño, Bella Galán asegura que "la prioridad del Ayuntamiento en los temas de agua es la defensa de los agricultores y en Almonte han demostrado que están seriamente comprometidos con la conservación de Doñana, se han implicado con la calidad y han seguido al pie de la letra todas y cada una de las directrices que se le han planteado desde las administraciones. Tenemos la deuda con ellos de asegurarles el agua legal para riego de sus explotaciones".

El alcalde almonteño recalcó en el documento de trabajo elevado al debate de Doñana Ecosocial que "ahora mismo los agricultores de la zona son los que están salvando la situación económica de toda la comarca de Doñana".

El Ayuntamiento plantea en el grupo de trabajo Unidos por el Agua que se reivindique la culminación del programa Doñana 2005, para frenar la erosión en los terrenos, luchar contra la colmatación de arena de la marisma que pone en peligro el propio ecosistema marismeño, y asegurar que las aguas de lluvia o aguas superficiales nutran en las mejores condiciones las aguas subterráneas de Doñana.

La proposición llega después de salir a la luz varios informes científicos que alertan de la grave situación en el Parque, atenuada tras las lluvias de este año pero que en el futuro próximo volverán a aflorar debido al continuo bombeo de agua del acuífero 27. Al mismo tiempo que Bella habla de rescatar el agua de los arrozales, ubicados en la zona de Sevilla, la Estación Biológica abrió el debate apostando por la instalación de una potabilizadora de agua para el núcleo costero y turístico de Matalascañas.