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Ecologistas propone retrasar la caza de gansos hasta que llueva

  • La Estación Biológica de Doñana prefiere esperar y ver la evolución de la especie

La escasez de agua en Doñana sigue añadiendo problemas al manejo de la Reserva de la Biosfera. Algunas organizaciones conservacionistas como Ecologistas en Acción ha propuesto en la última reunión del grupo de trabajo del Consejo de Participación de Doñana que se celebró el pasado martes en Almonte que no se permita la caza de gansos en el entorno del Parque hasta que no lleguen las lluvias.

La temporada de caza de anátidas comienza en la comarca marismeña entre el 15 de noviembre y el 15 de enero próximos pero el portavoz de Ecologistas, Juan Romero, advierte que "si no se toman medidas, la población de ánsares sufrirá una verdadera carnicería".

Romero asegura que el interior del Parque Nacional de Doñana presenta unas condiciones de sequedad extremas por lo que los gansos que ya están llegando a las marismas no encontrarán alimento en la Reserva lo que les obligará a distribuirse por los arrozales y el entorno de Doñana, precisamente donde serán pasto sencillo de miles de escopetas que esperan el levantamiento de una de las vedas más cortas y que dura solamente dos meses.

Desde Ecologistas en Acción insisten en que los lucios del Cangrejo, Membrillo, la Marisma de Hinojos, Caracoles, Lobo o incluso las Marismas del Rocío no son aptos este otoño, de momento, para la seguridad de los gansos.

Las organizaciones ecologistas advierten que la sequía que azota Doñana no es sólo climatológica, pues cuando años atrás el acuífero 27 llevaba más agua subterránea descargaba en la zona de forma natural, aportando el líquido elemento a los humedales. Hoy, debido a la existencia de miles de pozos ilegales, los bombeos continuos de agua para la agricultura y el turismo y la sequía incesante el nivel freático ha bajado hasta veinte metros en algunas zonas.

La Estación Biológica de Doñana prefiere esperar antes de tomar una decisión drástica que conlleve la prohibición de la caza de anátidas.

Juan Calderón, vicedirector de la Reserva Biológica, aconseja vigilar estrechamente las poblaciones de gansos durante este período seco aunque asegura que "no debe retrasarse el levantamiento de la veda por lo menos durante el primer mes".

La gestión cinegética diseñada en su día por la EBD para este tipo de aves recomendaba cerrar el territorio a la caza cuando se demuestre el posible daño a la especie, cuando se ponga en peligro a la población avícola.

Los gansos pasaban históricamente el otoño en Doñana pero hoy están más repartidos y ocupan zonas de Extremadura y Aragón, lo que diversifica los riesgos y los daños.

Calderón asegura que por definición "no es malo que se cace pues es una práctica que aporta un valor añadido al Entorno". Eso sí, el vicedirector de la Reserva Biológica asegura que cuando se da una situación como la actual en la que el 70 u 80% de los gansos se puede mover hacia el entorno abandonando el refugio de las 30.000 hectáreas de marismas protegidas "hay que tomar decisiones en cuanto se aprecie la gravedad de la situación". Prácticamente, hasta que la orden de prohibición de la caza no sea publicada en el BOJA no se podrá actuar y eso ocurriría siempre más de un mes después de la apertura de la veda.

Desde WWF, Juanjo Carmona apuesta por prevenir daños irreparables a esta especie emblemática de Doñana y sus humedales. No obstante, Carmona también prefiere que la Estación Biológica aporte información antes de tomar una decisión definitiva.

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