El Foro para la Defensa y Conservación de la Dehesa Encinal, compuesto por más de 40 asociaciones y organizaciones públicas y privadas de España y Portugal, considera necesaria una "firme unidad" política y administrativa ante la problemática de este ecosistema propio de la Península Ibérica. En un comunicado, el Foro señala que esa unidad debe de ser tanto de toda organización privada como de los partidos políticos, y en ella "debe primar el alcanzar un futuro de conservación y viabilidad de la Dehesa como explotación".

Ahora que el Senado está abordando la ponencia sobre la dehesa, un momento que Encinal considera "vital en su historia", este grupo exige también "unos esfuerzos en investigación que, de momento, han sido afrontados en su mayoría por la iniciativa privada". De momento, las inversiones administrativas en la investigación de este mal que colapsa los árboles han sido escasas e infructuosas.

Esa unidad y esfuerzos en investigación han de responder a situaciones como la coyuntura socioeconómica que atraviesan las poblaciones de este medio rural y las empresas agroalimentarias, turísticas y corcheras que viven y dependen de este entorno, entre las que se encuentran las productoras del cerdo ibérico de bellota, criado en extensivo.

Toda esta realidad y la necesidad de actuar será expuesta en el Senado durante el mes de octubre por distintos miembros de Encinal que irán a defender la ponencia sobre la dehesa.

Según el documento elaborado, para que las personas que tienen el poder de decisión en materia de agricultura y medio ambiente pudieran constatar esta realidad, Encinal, tras un rosario de contactos y encuentros en Madrid, consiguió que las Comisiones de Agricultura y Medio Ambiente del Congreso y del Senado, con María Antonia Trujillo y Francisco Bella a la cabeza, viajasen hasta Andalucía para recorrer dehesas afectadas por la seca y conocer también cómo viven las miles de familias que dependen de este entorno. Igualmente, su presidente, José Luis García-Palacios, viajó hasta Bruselas donde registró un escrito en el que se solicitaba una reunión con las comisiones de Agricultura y Medio Ambiente del Parlamento Europeo, para el estudio y posible creación de una legislación específica para la dehesa a nivel comunitario. Ese ha sido precisamente el caballo de batalla de Encinal y su principal meta el lograr que todas las administraciones, a todos los niveles, reconozcan con una legislación propia y especialmente diseñada para ello, las peculiaridades y las necesidades específicas de la dehesa, insiste en su nota.

En el suroeste de España se han perdido ya más de un millón de encinas y alcornoques, y los datos recabados apuntan a que existen ya más de 200.000 hectáreas afectadas por el mal de las 246.000 que ocupan las encinas.