Provincia

La ley del sentido común

  • Las normas de uso de las playas onubenses más habituales son las limitaciones para la pesca o la práctica de deportes en la orilla · La práctica del nudismo está regulada en algunos municipios.

La reciente prohibición del nudismo en las playas gaditanas ha resucitado el debate no sólo sobre la desnudez en la playa, sino también sobre la larga lista de normas de uso que acumulan algunas zonas costeras. En el caso de Huelva, las normativas municipales recogen prohibiciones generalistas, siendo el sentido común el que impera en las mismas. Otra cuestión es el cumplimiento o no de las normas, puesto que la escasez de sanciones por el incumplimiento de la normativa playera es un elemento común en la Costa.

En la parte más oriental del litoral onubense, en Matalascañas, la concejala de Playa del Ayuntamiento de Almonte, Melanie Romero, subraya que las prohibiciones se limitan a acceder con animales de compañía o realizar acampadas. En cuanto a la práctica de deportes la normativa municipal no hace mención expresa a limitaciones de ningún tipo que, en último caso, están sujetas a la ética personal para no soliviantar u hostigar con las prácticas al resto de bañistas. No obstante, existen zonas habilitadas para la práctica de deportes como el voleibol. La pesca con caña se encuentra autorizada en toda la zona costera, si bien restringida al horario comprendido entre las 22:00 y las 09:00.

En Mazagón, Ignacio Quintero, responsable de Playa del Ayuntamiento de Palos de la Frontera, resalta que, aparte de las prohibiciones que fija la Ley de Costas, el resto de actividades de los turistas únicamente se rigen por el sentido común y por entender "que la libertad del individuo expira donde comienza la del prójimo". Además, la extensa lengua de arena de la que disfruta el núcleo costero en playas como las Dunas permite a los usuarios la práctica de un sinfín de actividades deportivas en la orilla sin molestar a los bañistas. Por otra parte y en lo que respecta a la pesca, ésta se encuentra restringida al Muelle del Vigía, mientras que el uso de embarcaciones ha de respetar el cordón de seguridad de 200 metros desde la orilla. Para los amantes del nudismo está la playa del Médano Blanco.

En el centro del litoral, las playas de Punta Umbría y la de El Portil también mantienen las restricciones habituales. Está prohibido pescar en horas de afluencia de baño, de 11:00 a 21:00. También se prohíbe jugar con la pelota y bañarse en el canal náutico, que es la zona balizada para la salida y entrada de embarcaciones. En cambio, no se limita el nudismo o hacer top- less.

En el mismo núcleo costero, esta vez en Nuevo Portil, el alcalde de Cartaya, Juan Antonio Millán, puntualiza las restricciones existentes sobre el volumen de la música en los vehículos. Un bando municipal del 26 de junio dice expresamente que "los Agentes de la Policía Local y Medio Ambiente podrán requerir a los usuarios que acomoden el volumen de las emisiones acústicas de todo tipo de aparatos, al propio y tolerable, en condiciones normales para el oído humano", a lo que se le suma la música de los coches. En las playas de Cartaya también se limita el horario de la pesca en la orilla y los metros de la práctica submarina, además de la extracción de mariscos y moluscos de la playa, con apertura de hoyos o movimientos de la capa superficial del terreno. La práctica del surf o el windsurf y el uso de motos acuáticas quedan absolutamente prohibidos a menos de 200 metros de la orilla de la playa. El máximo de las multas por infracción es de más de 90 euros.

En La Antilla tampoco rigen prohibiciones singulares, sino las habituales de todas las playas del litoral español. Como por ejemplo, la presencia de perros en la bajamar, acampar en las playas o arrojar basuras. La teniente de alcalde de Lepe, Bella Verano, explica que "los deportes, como el juego de las palas o el fútbol, no están prohibidos en la bajamar a no ser que generen molestias a los usuarios que tomen el sol". Las actividades nudistas están permitidas sólo en la zona habilitada dentro de la playa de Nueva Umbría.

Estas prohibiciones tienen un seguimiento muy irregular porque los usuarios tienden a saltarse las normas y no se cuenta con los medios suficientes para hacerlas cumplir. Es el caso del paraje natural de la playa de Nueva Umbría donde proliferan las acampadas ilegales, sobre todo los fines de semana, y es muy difícil hacer un seguimiento de toda la zona de dunas para su control.

También se prohíbe a las caravanas usar los pinares en Isla Cristina, donde no se pueden pasear animales sueltos por la playa ni jugar al fútbol. En la vecina Ayamonte destaca, más allá de las prohibiciones habituales, la multa por la no recogida de excrementos de animales, de 740 euros.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios