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Fructífera salida al campo para la recogida de setas

  • Más de quinientas personas han participado en la búsqueda de los hongos con motivo de unas jornadas micológicas

Las jornadas micológicas, que durante este fin de semana se están desarrollando en Aracena, organizadas por la Sociedad Amanitas, celebraron ayer una de las actividades que causan mayor expectación en el público asistente, y que más demanda tiene en el programa de cada uno de los 14 años que lleva desarrollándose este encuentro.

Se trata de la salida al campo para la recolecta de setas. Durante toda la mañana, más de quinientas personas, separadas por grupos de búsqueda, se repartieron por diversos puntos de la Sierra central para, acompañados por expertos, conocer el terreno donde se dan habitualmente estos hongos, y aprender las normas básicas para su recolección.

Los guías, miembros de la propia sociedad organizadora, se encargaron de explicar a los alumnos de esas clases prácticas las características de las setas que éstos iban encontrando, así como algunas advertencias para poder localizar mejor las especies que se dan en terrenos de poca visibilidad y para distinguir los especímenes comestibles de los venenosos. Y es que no es nada fácil encontrar setas en su hábitat habitual. El espesor que alcanza la vegetación en castañares, encinares y manchas de jaras junto a la que se cría la mayoría de los hongos otoñales, hace que resulte toda una aventura la búsqueda, y una auténtica satisfacción el hallazgo de algún ejemplar.

Antes de salir a campo abierto, los asistentes recibieron consejos sobre los elementos que no deben faltar en una actividad de este tipo, como una cesta hecha con materiales naturales. Son habituales las de mimbre y también las de vareta de olivo, de gran tradición. También, en el caso de algunas especies, como el primaveral gurumelo, se requiere un pincho metálico, con un mango en forma de bastón, y una paleta achatada y pequeña en la punta, que permita remover bien la tierra sin que se corra el riesgo de dañar las plantas, y poder extraer la seta cuando se encuentra. No debe además olvidarse una navaja con la que poder separar de un corte limpio la seta de su base, o micelo, para dejarlo intacto y permitir que los ejemplares puedan reproducirse.

Este año, al contrario que en ediciones anteriores, las condiciones meteorológicas están siendo más que favorables para la reproducción de las setas, por lo que se ha vuelto a repetir la imagen de los inicios de estas jornadas, en las que las cestas volvían al punto de encuentro repletas de especimenes, que después se analizan y exponen los más curiosos y valiosos.

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