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Los forenses descartan que el acusado del doble crimen usara las toallas

  • Un informe, realizado por la Universidad de Granada, niega la transmisión directa de ADN al no detectarse pelos de Francisco Javier Medina en los tejidos.

El ADN encontrado en tres toallas, ubicadas en dos baños diferentes de la vivienda donde aparecieron los dos cadáveres, no es determinante para inculpar a Francisco Javier Medina en el doble crimen de Almonte. Un informe médico legal realizado por facultativos de la Universidad de Granada señala que la presencia elevada de los restos biológicos del acusado de asesinar al marido y la hija de su pareja (Marianela Olmedo) se debe a una transferencia indirecta, masiva y acumulativa. La tesis contradice a la de la investigación, que considera que el ADN se dejó por contacto directo con las toallas, en las que el presunto asesino se habría secado tras cometer el crimen. En ésta se apoyó la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de La Palma del Condado para denegar la puesta en libertad del detenido por su supuesta implicación en los hechos.

El informe (un avance de otro que será definitivo) ha sido realizado por los doctores José Antonio Lorente y Juan Carlos Álvarez a petición de la defensa. Los facultativos sostienen que la existencia de ADN de Medida encontrado en los tejidos no permite vincular al detenidos con los hechos ocurridos el 27 de abril de 2013 en la vivienda de la avenida de lo Reyes, que acabó con la vida de Miguel Ángel Domínguez y su hija María, de 8 años.

El estudio descarta la transferencia directa, porque no se ha encontrado ningún pelo del encarcelado, y apunta como la más que probable la indirecta. Además, señala la prueba principal contra el presunto asesino es la presencia de restos biológicos en las tres toallas y, sin embargo, no se han hallado ni pisadas de calzado ni otro tipo de huellas con restos de sangre en las zonas por las que el autor de las muertes supuestamente abandonó la casa.

Para llegar a su conclusión final, los doctores ponen en duda que después de cometer el doble crimen se quedara tranquilamente, se duchara y secara de modo intenso todo el cuerpo con las tres toallas para poder justificar la presencia de sus restos biológicos. Dos de éstas se encontraban en uno de los baños bien dobladas y colgadas en los lugares habituales (tan habituales -señala el informe- que pasaron desapercibidas en las fases iniciales del estudio e inspección ocular) y una tercera, en otro cuarto de baño.

Sorprende a los autores del informe que tras el homicidio el detenido se lavara y secara en dos baños diferentes y con tres toallas distintas. Además, detallan que en las mismas no se encontró ningún tipo de cabello.

El estudio recuerda que Medina fue considerado sospechoso en su fase inicial, se le descartó tras las investigaciones iniciales de la UCO, colaboró con la Guardia Civil, incluso cediendo una muestra para análisis de ADN, y es justo esta prueba la que lo ponen en relación con los delitos investigados.

Los doctores plantean la hipótesis de transferencia secundaria; es decir, que el ADN del detenido llegara a los tejidos de manera indirecta, hecho altamente probable teniendo en cuenta la información de que disponen y las declaraciones realizadas por Marianela Olmedo (esposa y madre de los fallecidos y que habitaba en la casa donde ocurrieron los hechos), en las que reconoce haber mantenido relaciones sexuales plenas con el acusado y con frecuencia durante años, y en diversas ocasiones los días previos al de los hechos, incluso el día anterior a que ella dejara el domicilio familiar.

Ante estas circunstancias, el informe apunta que es "perfectamente posible que gran cantidad de células de la piel y otras contenidas en el sudor y la saliva, incluso del semen de Medina, se depositaran en la piel de Olmedo y que al llegar ésta a casa y utilizar las toallas los restos biológico de su pareja se depositaran en las mismas.

Los autores del estudio coinciden con las conclusiones de los peritos de la investigación en que "los hallazgos obtenidos de forma repetitiva es indicativa de que los restos celulares detectados no proceden de una transferencia puntual o un hallazgo casual" y apuntan a un caso de transmisión o transferencia secundaria masiva en el tiempo y en las cantidades de material biológico, con efectos acumulativos" para justificar la presencia de restos biológicos de Medina en las toallas.

El informe concluye que no existe ninguna lógica científica, médica y criminalista sobre las altas cantidades de restos biológicos, equivalentes a los de todos los habitantes de la vivienda, por un simple uso de las toallas, y porque además no se han encontrado en ellas pelos de ningún tipo.

La defensa del acusado ha declinado valorar el avance de informe médico legal.

El auto de la juez considera probado que los restos de las toallas "se han dejado por contacto directo y no por transferencia, y en fechas no muy alejadas en el tiempo a los hechos que se investigan". Sin embargo, la madre y expareja de las víctimas, que era a su vez pareja de Medina cuando se produjo el doble crimen, declaró que "éste no subía al domicilio desde hacía más de tres años".

La titular del juzgado pone énfasis en que "no hubiera restos de ADN de otras personas que no sean el imputado, las dos víctimas o de la madre y expareja de ambas", cuando es lógico pensar que por el piso podrían pasar más personas.

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