El portavoz del Partido Popular de Manzanilla, Juan Camacho, se reafirmó en su postura de demandar la dimisión del Ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, por la aprobación de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, calificada por la oposición como Ley Mordaza.

El edil manifestó a este periódico que "antes que políticos somos personas y decidimos apoyar esta moción porque no respaldamos una norma con la que no estamos de acuerdo, ni tampoco con lo que ello representa".

El portavoz popular reitera sin ninguna acritud que "militar en un partido no implica que hayamos a ser borreguitos". Sin embargo, acusa al alcalde, Cristóbal Carrillo (PSOE), "utilizar políticamente" una mera discrepancia "puntual" en un titular de prensa.

Camacho también aseguró que se querellará contra el edil socialista por afirmar que "le hemos dado un ultimátum y que demandaban una liberación municipal para apoyarles. Eso es falso", dijo.

En este sentido alegó que su formación política ha mostrado sobradamente que no le mueve el interés personal, puesto que en el acto de investidura "prestamos el apoyo a la alcaldable de Izquierda Unida, María del Carmen González, sin reclamar ninguna contraprestación", para que gobernase, puesto que "entendíamos que el pueblo había reclamado un cambio y la mayoría había dicho no al alcalde".

En cuanto a las razones que han motivado este acercamiento al PSOE, Camacho señala que desde el inicio de mandato su intención fue "ofrecer apoyo" para "contribuir a la gobernabilidad y frenar las guerras entre el PSOE e IU, que en las redes sociales se estaban comportando como niños, dando una mala imagen al municipio".

En cualquier caso, Camacho se mostró muy molesto con la actitud del alcalde manzanillero, Cristóbal Carrillo, y adelantó que van a abordar "temas tabú" en el municipio como "los locales que el Ayuntamiento tiene cedidos a personas sin reclamarles contraprestación económica, o el hecho de que no se compren sillas para eventos y se alquilen a empresas de familiares".

En cuanto a la posibilidad de abandonar las siglas del PP, Camacho reconoció que tiene sus discrepancias a nivel provincial, mientras que a nivel local todos van a una y son una piña.

La dirección provincial del PP ha vuelto a optar por no realizar declaraciones al respecto, mientras que Camacho reconoció que ha hablado del tema con el jefe de prensa, si bien "ellos tienen clara mi forma de ser y pensar: respeto a las siglas, pero no todo vale", sentenció para escenificar la insatisfacción de la formación por "la falta de apoyo" en materia de asesoramiento para el desarrollo en el día a día de la labor de oposición.