Traslasierra, la única aldea de El Campillo, es ya Hija Predilecta de la Villa. Con este nombramiento celebró el municipio minero el 77 aniversario de su independencia de la localidad matriz de Zalamea la Real, certificada el 22 de agosto de 1931, al calor de la entonces recién instaurada Segunda República y tras la larga, constante y tenaz lucha de un pueblo que quería decidir su futuro de forma autónoma. La alcaldesa de El Campillo, la socialista Encarnación Palazuelo, arguyó, en un acto celebrado en el Teatro Municipal Atalaya, que la distinción venía a "estrechar, aún más si cabe, los vínculos de hermandad existentes entre los dos núcleos de población" desde que emprendieron su camino libre de los designios de los dirigentes zalameños.

De igual modo, el Ayuntamiento concedió, tras la previa aprobación por unanimidad de los diferentes partidos que componen la Corporación (PSOE, IU y PA), la concesión de las Medallas de la Villa a la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) de El Campillo (Área de Fomento), al grupo de voluntarios de la cabalgata de Reyes Magos (Área de Bienestar Social) y a la joven futbolista Macarena Ruiz Toscano (Área de Cultura). Las dos últimas, en respuesta a la propuesta presentada por la agrupación local de Juventudes Socialistas (JSA) de El Campillo.

Apyme fue objeto de reconocimiento por su "cultura emprendedora y el trabajo incesante desarrollado durante su todavía corta trayectoria" con el fin de promover, entre los campilleros, la realización de compras en los comercios locales, frente a la tendencia generalizada de unos habitantes que, para ello, suelen desplazarse a las capitales de Huelva o Sevilla. El presidente de la entidad, Manuel Gregorio, tras recibir la insignia, prestó al Consistorio todo su apoyo y el de la Federación Onubense de Empresarios (FOE) para la lucha conjunta en busca del ansiado polígono industrial.

El Área de Bienestar Social, por su parte, homenajeó a las personas que, al margen de cualquier interés personal o ánimo de lucro, permiten cada año que los sueños de los más pequeños puedan convertirse en realidad cada día 5 de enero. Sin ellos, "la base de la fantasía campillera en la noche mágica de los Reyes Magos, la cabalgata no recorrería las calles del pueblo campillero para inundarlas de caramelos y felicidad. O, al menos, no lo haría con ese espíritu solidario.