La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a un año y seis meses de cárcel a un vecino de Aljaraque por abusar sexualmente de un menor discapacitado en cuya casa trabajaba su mujer.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso la agencia de noticia Efe, se considera a esta persona responsable de un delito de abuso sexual, y se le impone, además de la pena de cárcel, el pago de una indemnización al menor de 500 euros y al pago de las costas procesales.

También se le prohíbe que se acerque a la víctima o a sus familiares a una distancia inferior a 200 metros y comunicarse con ellos por cualquier medio por tiempo de cuatro años.

Se considera probado que el condenado, con motivo de que su mujer trabajaba en el domicilio del menor -afectado de un retraso mental madurativo, con disminución de la capacidad cognitiva-, en ocasiones llevaba a éste a la piscina y lo devolvía a casa después.

El 13 de diciembre de 2011, tras recogerlo, lo convenció para que entrara en su casa, subiera a una habitación donde tenía el ordenador y allí mostró al menor páginas de contenido sexual y se masturbaron con ayuda mutua.

Tres días después de estos hechos se dictó auto acordando la prohibición de acercarse al menor y a sus familiares a una distancia de 200 metros así como comunicarse con ellos por cualquier medio".

La sentencia de la Audiencia Provincial de Huelva ya es firme toda vez que el Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de casación interpuesto por el condenado contra la misma.

No es la primera vez que la Audiencia Provincial de Huelva condena a una persona por abusar sexualmente de un discapacitado

El tribunal de la sección tercera condenó en 2013 a un hombre a siete años de prisión por un delito continuado de abuso sexual a una joven de 25 años, que sufre una discapacidad del 68%. El condenado acusó a la joven de ejercer la prostitución o de buscarlo y ofrecerle sus servicios en este caso sin dinero.

El condenado mantuvo en varios ocasiones relaciones sexualmente con la joven, una vez en el hotel de una gasolinera y una segunda en un paraje desplobado después de introducila en una furgoneta y conducirla hasta allí.