Desde 2005 mucho se ha escrito sobre la villa. Tras el cierre del complejo turístico hubo varias concentraciones de los trabajadores, pidiendo la reapertura para conservar su puesto de trabajo.

En marzo de 2011, antes de las elecciones municipales, desde el Ayuntamiento de Fuenteheridos se mantuvo un encuentro con la entonces viceconsejera de Turismo y el director gerente de Turasa, es decir, la empresa responsable de las villas turísticas en ese momento y, por ende, también de la villa serrana. Entonces se dijo que la empresa había hecho un estudio para llegar a la conclusión de que era la villa turística de Andalucía con mayor potencial. Hasta se anunció que había un proyecto de rehabilitación vinculado a una inversión de 3 millones de euros. Una actuación que, según decían desde la Administración autonómica, estaba hasta en marcha. Sin embargo, en diez años no se ha materializado ninguna intervención en el recinto.

El plan era comenzar la recuperación de la villa por el edificio central y las casas más próximas con la intención de abrir la villa e ir rehabilitando el resto de casas por fases. Hasta se daba un plazo para culminar esta actuación: finales de 2012. 

En octubre de 2011, en sesión plenaria, el alcalde socialista Martín Martín repondió a una pregunta presentada por Izquierda Unida que el proyecto, al parecer, estaba redactado, pero no había dinero para ejecutarlo.

En enero de 2013 entraba en escena el actual consejero de Turismo de la Junta, Rafael Rodríguez, manifestando que sería deseable la apertura de la villa durante la presente legislatura, entre otras cosas por ser de las más rentables. No obstante, el dirigente institucional señalaba que antes era preciso aclarar la complejidad de la gestión de las villas de la comunidad sumado a la deuda contraída en algunos casos. El mismo consejero, en febrero de 2014, repetía lo mismo añadiendo como novedad que estaba abierto a posibles inversores privados. En noviembre del pasado año, el responsable institucional matizaba que, a corto plazo, no se abriría ninguna villa turística en Andalucía. Si fuera así, según indicó, la primera siempre sería la de Fuenteheridos.

Uno de los últimos capítulos de historia fue la visita en noviembre pasado de Francisco Artacho, director entonces general de la empresa pública para la gestión del turismo y del deporte en Andalucía de la que dependen las villas turísticas autonómicas. Y fue el penúltimo capítulo, porque el último aún no está escrito, que es cómo afectará a la gestión de las villas la ruptura del pacto de PSOE e IU en la Junta de Andalucía. El panorama tendrá que redefinirse cuando se configuren las competencias en el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía tras las elecciones autonómicas del próximo 22 de marzo.