Aracena celebró su III Feria Patchwork en el pabellón ferial Ciudad de Aracena, mismo escenario de la pasada edición, un espacio ideal por su amplia superficie para poder acoger a un gran número de personas. Hace tres años, en los orígenes de esta presente etapa porque hubo experiencias anteriores, la feria estaba dividida en diferentes espacios en el centro del pueblo lo que dificultaba la movilidad de las personas inscritas y, por supuesto, el aparcamiento para los vehículos, dos problemas solucionados en las dos últimas ediciones con la ubicación de la feria en el pabellón.

El evento parece consolidarse con una cifra estable de participantes, aunque algo menos que en 2012, en el que la mujer arrasa puesto que la presencia de hombres es escasa y hasta anecdótica. La climatología solo empañó la feria en la tarde del sábado con fuertes lluvias y tormentas sobre Aracena, cumpliéndose la alerta amarilla anunciada por las agencias de meteorología. Aún así el tiempo acompaño tanto en la mañana del sábado como el domingo al completo.

Como el pasado año se realizaron durante ambas jornadas varios talleres en los que los presentes hicieron un trabajo que aprendieron in situ. Es el caso del taller impartido este año por la monitora Mercedes Ortiz de la empresa Mi Rinconcito, colaboradora activa del evento.

Se realizaron diferentes talleres, tanto en sesión de mañana como de tarde. Los inscritos previamente elaboraron algún objeto con el patchwork como protagonista. Este año hicieron una lámpara romántica, un monedero flor y bolso de hexágonos, en clases impartidas por responsables de diferentes negocios de Sevilla y de Rota.

Además de los talleres de patchwork la feria acogió stands del sector con artículos de todo tipo a la venta, al frente de los cuales se encontraban casi veinte empresas, la mayoría de las provincias de Huelva y Sevilla pero también estuvieron presentes de Cádiz, Málaga, Barcelona y Madrid. Una de las ausencias este año fue el servicio de bar de la pasada edición, que entonces tuvo el colectivo solidario de Ibermed.

La entrada al pabellón fue gratuita en las dos jornadas y muchas personas, amplísima mayoría femenina, de otros pueblos cercanos, amantes del arte de la costura en general y vecinos de Aracena disfrutaron de cerca del arte patchwork. Una modalidad muy desconocida hace pocos años, que aún suena raro en cuanto al nombre, pero que muchas personas conocen a la perfección de qué se trata. De hecho en el caso de Aracena hay una actividad anual gracias a talleres y clases que se imparten durante el curso y tiendas especializadas como Mercería Cerqueira, organizadora del evento junto al Consistorio local.

Los stands tuvieron una buena asistencia de público y se pudieron ver objetos de todo tipo, de gran belleza, hechos con retales y trozos de tela. El patchwork, arte basado en la unión de telas, ha irrumpido de forma sorprendente en la Sierra con Aracena como centro neurálgico. Se aprovecha todo tipo de retales.