Recuperó hace tres años la Alcaldía y el mandato que dirige en minoría va por el camino de convertirse en el del empleo a pesar de que la zona está castigada precisamente por lo contrario. Marcos García, al que todos prefieren llamarlo (y a él decirlo) Marcos Toti sale del Ayuntamiento para recibirnos y llevarnos a su pequeño despacho de Alcaldía, donde se desarrolla esta entrevista. Nos advierte que "no se ha modificado nada desde que llegó a él" para que no sorprenda que entre las cuatro paredes hay más de una reseña religiosa a pesar él se declara ateo. "Yo estoy de paso aquí", dice y por eso "ni quito ni pongo". Transmite satisfacción por el trabajo realizado, aunque dice no tenerla hasta lograr el pleno empleo en el municipio y por "no prometer lo que no se puede hacer".

-A menos de tres meses para que acabe su mandato, ¿qué balance puede hacer?

-Empezamos fatal. Dejamos la Alcaldía en 2007 con cero deuda, pero en los cuatro años siguientes se generó, entre deuda a bancos y proveedores, y el reintegro de subvenciones sobre 2,5 millones de euros. Por eso, lo primero que hicimos en esta legislatura fue intentar controlar esa deuda que nos tenía asfixiados. Los primeros meses pagamos las nóminas, pero con dificultades. Al año y pico se quedó estabilizada la situación. Hoy tenemos la deuda a cero.

-Y eso, ¿cómo se consigue?

-(Después de una sonrisa y un silencio de segundos, contesta escuetamente). Gestionando bien. Haciendo presupuestos reales y no haciéndose trampas en solitario. Es lo único.

-¿Pero habrá algún recorte y algún ingreso más?

-La capitalización de Giahsa nos ha ayudado, como también ha sido decisivo el recorte en partidas como representación (se ha quedado en la mitad), comunicaciones y telefonía (se ha recortado más de la mitad) y festejos (que cuenta con un 30% menos).

-¿Y en tasas o impuestos?

-Contamos con un regalo que me hizo el Gobierno anterior, que realizó una revisión catastral y dejó la subida para el siguiente año de las elecciones, que fue el primero nuestro -hacerlo en año electoral no resulta popular- y por IBI aumentamos cada año, durante diez, un 10% más. El problema está no sólo en los ingresos, sino en el gasto porque por mucho ingreso que tengamos el Gobierno no nos deja gastar. Tenemos dinero en el banco, que nos genera intereses y teóricamente no lo podemos gastar en el pueblo.

-¿Y por eso han aprobado un presupuesto que se salta el objetivo de gasto de la Ley de Estabilidad Presupuestaria?

-Nos hemos saltado la ley conscientemente para poder dar empleo. En lugar de aumentar en un 1,5% el presupuesto, que es lo que establece la ley, lo hemos hecho en un 7,42%. Lo hemos hecho porque tenemos el dinero y nos parece que no será legal, pero al menos sí es moral. Es moral que podamos poner un plan de empleo y no pidamos un préstamo.

-¿El fin justifica los medios?

-En ocasiones sí. En ésta sí. Debíamos justificar que vamos a llegar a ese techo de gasto y estamos elaborando un informe que lo justifica. No vamos a ir a la cárcel por ello.

-Mayo de 2011: Zalamea tiene 405 parados. Agosto de 2014: hay 479. Mientras en el conjunto de la provincia el paro ha aumentado un 126%, en el municipio ha sido del 18%. Cómo se ha logrado?

-El paro se amortigua más porque no hemos sido tan dependientes de la mina como el resto de la comarca. Tenemos más de una pata y eso ha sido importante. Lo hemos notado más al final porque en Zalamea había un sector importante de la construcción que se ha ido al paro con la segunda crisis (la primera fue la minera). En Zalamea no hay parados de la mina, sino de la construcción.

-Pero la diversificación que usted siempre ha reclamado no llega ...

-Efectivamente. Desde la implantación de cítricos que se ha intentado y que bajo mi punto de vista lo que ha generado aquí es empleo de baja calidad porque no es directo sino que llega a través de ETT y no es para el personal de la zona... En definitiva, la diversificación no ha traído lo que esperábamos, ni el empleo que se pedía, ni el empleo de calidad. Lo mismo ocurrió con los plásticos... las empresas se han cerrado.

-Actualmente, ¿cuál es el motor de la economía zalameña?

-Lo que genera más ingresos, el máximo pagador es el Estado porque las prejubilaciones de la mina y las jubilaciones son el mayor aporte de nóminas que hay aquí.

-Y por dónde ve el futuro?

-Pasa por la mina y por esa diversificación que siempre pedimos. Tenemos las fábricas de aguardiente, pero sobre todo las fábricas de embutido y chacinas, el sector de talleres, empresas de electricidad y mucho autónomo capaces de sacar adelante al pueblo.

-Confía en la reapertura de la mina?

-Creo que es un proceso imparable mientras que el precio del cobre siga siendo el que es. Vivimos en un sistema capitalista y como dijo Noam Chomsky el capitalismo se basa en la producción no por la finalidad sino por la obtención de beneficios. Esa es la clave de la mina, que abrirá mientras se obtengan beneficios, no porque sea necesario el cobre.

Pero como cualquier otra empresa o negocio, ¿no?

-Sí, el objetivo de la empresa no es poner el cobre al servicio de la sociedad, sino obtener beneficios Hoy por hoy, es rentable y el día que decidan que no lo sea, pues no lo será. Esta mina que se va a abrir no va a tener nada que ver con la que hemos conocido en la comarca. Nos olvidamos de mil personas en la mina y de un convenio magnifico.

-Hablando de empleo, una de sus iniciativas más conocidas es la Renta Básica por la que desde 2012 ninguna familia de Zalamea se queda sin ingresos, ¿sigue en marcha?, ¿cuánta gente se ha beneficiado hasta ahora?

-Ahora está en momento de análisis. Queremos un paso más. No vamos a sacar la siguiente convocatoria hasta que no lo adaptemos a un plan de empleo. En el presupuesto que aprobamos en septiembre hemos incluido una partido de 180.000 euros para un plan de empleo especial. Queremos que todo el mundo esté trabajando y no sea necesaria la renta. Las premisas de la renta básica en Zalamea es que no haya ni un solo hogar donde entren menos de 426 euros al mes. Al año se han beneficiado unas 60 familias. No nos conformamos con eso, pero eso es más que nada.

-Confía mucho en el pleno empleo de la localidad...

-Tenemos un proyecto en el que tenemos mucha esperanza. Estamos peleando con la Junta para que nos dé la gestión de la finca Alto de los Barreros. Si los cálculos no nos fallan, eso nos supondría el pleno empleo en Zalamea. Es un proyecto en el que incluimos desde la apicultura hasta la biomasa, entresaca, pinos piñoneros, corcho... incluso iniciativas culturales con dólmenes y que los cortafuegos se hagan con ganado y no con máquinas (alimentas el ganado, evitas incendios porque no se genera chispas...). Da de sí para que no haya paro.

-Sería una mina

-No se puede decir de otra forma. Hemos pedido a la Junta que se pueda modificar la normativa existente para que se le pueda ceder a los municipios las gestión de unos terrenos de la Junta. Para nuestro plan de futuro es imprescindible ese proyecto.

-Como también lo es la N-435, ¿no?

-Llegamos tarde. Cuando abra la mina de Riotinto y empiece a funcionar Aguas Teñidas..., no quiero pensar lo que puede llegar a ser la N-435. Al final, la gente de la comarca nos iremos a Sevilla en lugar de ir a Huelva. Está claro que de la carretera lo único que se ha hecho es una utilización demagógica por parte del PP y del PSOE. Ningún diputado ha mirado por la provincia en el Congreso, sea del color que sea.