Trece concesiones otorgadas que suman 176 hectáreas y en las que la hasta ayer empresa concesionaria, Corporación de Recursos Iberia, iba a invertir 103 millones de euros y a crear 390 empleos (140 directos y 250 indirectos). Con estas friolera de cifras, el entonces consejero de Economía, Antonio Ávila, acudió el 9 de noviembre al Cerro de Andévalo, acompañado por el presidente de la Diputación Provincial, Ignacio Caraballo.

Allí anunciaron la buena nueva: la concesión (ese mismo día) por parte de la Junta a Corporación de Recursos Iberia, propiedad de la empresa panameña-canadiense Petaquilla Minerals, de los derechos mineros del antiguo grupo minero Lomero y Otras.

Con este trámite se daba un nuevo impulso al proyecto de reapertura de la mina Lomero-Poyatos, ubicada prácticamente en su integridad en el término municipal de El Cerro de Andévalo, aunque con algo de superficie en Cortegana.

Pero el empuje ha durado poco más de un año y lo que era una posibilidad -que la compañía perdería sus derechos si no ejecutaba el proyecto antes del 31 de diciembre de 2013- se convirtió ayer en un hecho: el delegado de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Eduardo Muñoz, anunció vía comunicado la revocación de tales derechos mineros aduciendo "incumplimiento reiterado de los requisitos exigidos a la empresa" con la concesión otorgada.

Según la información facilitada por la Junta -hasta ahora la única de las dos partes en pronunciarse- la empresa "pidió suspender los trabajos alegando falta de solvencia económica", si bien la Consejería de Economía denegó dicha solicitud al entender que en este caso "no concurren circunstancias excepcionales".

Muñoz precisó que la empresa no ha cumplido las condiciones que se exigían correspondientes a la Autorización Ambiental Unificada, otorgada en octubre de 2012: aseguró que no ha presentado un proyecto completo de reinicio de labores, un plan de restauración asociado al mismo, información adicional solicitada por el Instituto Geológico-Minero de España, sólo realizó diez de los 170 sondeos propuestos, no construyó los depósitos de decantación y control previstos, no depositó los avales de restauración requeridos y los 10.000 euros que la empresa planteó aportar como aval social son "claramente insuficientes".

Además, el responsable detalló que "en los últimos meses no se han realizado trabajos de investigación, construcción u obra civil", algo que constataron los técnicos de la Consejería cuando realizaron una visita en septiembre, durante la que observaron que "no había actividad de este tipo ni equipamiento para su ejecución, trabajando sólo un pequeño grupo de operarios en el entorno de las oficinas y un vigilante de seguridad". En este sentido, Muñoz apuntó que los trabajos de construcción de la rampa de acceso al yacimiento que comenzaron en mayo "se han limitado a un principio de movimiento de tierras para formar un carril, tareas cuya ejecución se estima en un máximo de diez días de trabajo efectivo, por lo que en el resto del tiempo no ha habido avance alguno".

Dada "la consistencia de los incumplimientos", la Junta ha revocado la concesión, confirmando la caducidad de los derechos mineros, con objeto de, a corto plazo, convocar un nuevo concurso para que una empresa realice sobre estas parcelas las tareas de investigación y pueda explotar el yacimiento de Lomero-Poyatos, "cuyas reservas constatadas permitirían generar actividad y puestos de trabajo en la comarca para varios años", argumentó ayer la Administración autonómica.

En el día de ayer este periódico intentó sin éxito que la compañía anunciara sus planes u ofreciera una valoración de lo ocurrido. A la espera de hacerse público si Petaquilla recurrirá la decisión ante los tribunales, el alcalde del Cerro de Andévalo, Pedro José Domingo, pidió "prudencia" y valoró que la Junta ha actuado "diligentemente", ya que "si la compañía no tiene voluntad ni financiación, lo lógico es que se le de la oportunidad a nuevas empresas".