Provincia

Anulada la sanción al médico acusado de cometer errores en las recetas

  • El SAS le suspendió de empleo y sueldo por fallos burocráticos en las prescripciones

Durante la primavera pasada, sanitarios, pacientes e incluso representantes políticos de Aracena mostraron su respaldo al médico Óscar Rubio, suspendido de empleo y sueldo durante mes y medio acusado de no cumplimentar adecuadamente las recetas de sus pacientes. La sala de lo Contencioso-Administrativo número uno de Huelva ha sentenciado, con fecha del 12 de noviembre, que queda anulada dicha sentencia por "su no conformidad con el ordenamiento jurídico, ordenándose asimismo que por el SAS sean reintegradas al demandante las retribuciones no satisfechas como consecuencia de la resolución sancionadora ejecutada y demás efectos legales que procedan".

La sentencia recuerda que al facultativo se le aplicaron cuatro faltas disciplinarias de carácter grave por no "cumplimentar datos obligatorios de las recetas como el año de nacimiento, número y envases, duración de tratamiento y posología..."

La defensa del médico realizada desde el Colegio de Médicos argumentó, entre otros aspectos, que su actuación "estuvo justificada por determinadas circunstancias, ajenas a la prestación de sus servicios y, algunas de ellas, debido al mal funcionamiento de los medios materiales y personales de que dispone el SAS y, en consecuencia, no existe culpabilidad ni responsabilidad del recurrente en la comisión de dichas faltas disciplinarias y que también existe una falta de tipicidad en la tipificación y calificación de las infracciones".

La sentencia reconoce que no existe culpabilidad ni responsabilidad y para ello alega a "fallos en el sistema informático, por caída de la red eléctrica, en dicha zona de Huelva, o situaciones de urgencia, visitas al asilo, avisos domiciliarios, pacientes en geriátricos..." todo ello conlleva a que se ha llevado a una tipificación de las faltas "disciplinarias como graves, lo cual tampoco ha quedado justificado por la Administración adecuadamente".

De este modo, la Justicia ha dado valor a los dos argumentos esgrimidos por el médico: el interés del paciente y la no imputación de la precariedad de medios con la que se debe realizar, en algunas ocasiones, la actividad profesional.

Al facultativo se le llegó a hacer una revisión de hasta 24.000 recetas encontrándose la ausencia de algún dato en 60.

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