Consternación e indignación son los sentimientos que embargaban ayer a los bollulleros después del hurto de joyas y alhajas perpetrado en la noche del martes a tres de las titulares de la Semana Santa de Bollullos Par del Condado, la Virgen de las Alegrías, Esperanza y Dolores, en la parroquia Santiago Apóstol.

Los cacos se hicieron con un botín valorado en 10.000 euros, según confirmó el tesorero del Consejo de Hermandades, si bien a parte del valor económico queda la herida de la carga sentimental de unas piezas que en su mayoría fueron regalos de los fieles. Las cofradías del municipio condal se congratulan de destinar casi todos sus recursos económicos a obras de caridad, de ahí que expliquen que duela tanto que alguien asalte unas imágenes que encarnan la fe de tantos ciudadanos de bien.

Hasta el momento se desconoce si el robo fue perpetrado por una sola persona o contó con un número indeterminado de participantes. En cualquier caso, la hipótesis con la que trabajan los cuerpos de seguridad apunta a que pudieron aprovechar algún momento de la eucaristía, a última hora de la tarde, para acceder a la parroquia Santiago Apóstol, donde permanecieron escondidos en las trabajaderas o entre las paredes, guarnecidos tras los pasos que aguardan estos días su salida procesional. Una vez los fieles desalojaron la parroquia habrían comenzado a sustraer las piezas de las imágenes.

En su huida, los cacos utilizaron la llamada Puerta del Sol, en el lateral del edificio del siglo XIV, la cual puede ser abierta desde el interior sin el uso de llave alguna. En su evasiva se presume que habrían esperado a que la presencia de viandantes en la calle fuese mínima, ya que el emplazamiento en el centro del pueblo garantiza un continuo trasiego de bollulleros. Precisamente un vecino fue quien alertó a la policía cuando constató que la puerta de la parroquia se encontraba abierta.

Álvaro Mateo, mayordomo de la Virgen de la Esperanza, afirma que el viernes pudieron haber tratado de perpetrar el robo cambiando su modus operandi y dejando la puerta lateral preparada para ser abierta desde el exterior.

"Tras la celebración del vía cruces supervisé la iglesia y vi que el pestillo de la puerta estaba levantado y la cerradura transversal girada hacia el lateral. En aquel momento pensé que podía ser algún costalero que habría salido a fumar y se la dejó abierta, pero después del robo creo que ambos hechos pueden guardar relación", subrayó el joven.

El presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, José Carlos García González, informó a este diario que a la Virgen de la Esperanza le sustrajeron dos broches de oro, uno de ellos donado por una madre tras fallecer su hijo a los once años, así como los zarcillos y una pulsera. De María Santísima de los Dolores se llevaron una cruz pectoral de oro y rubí, amén de un rosario de plata dorado. Por su parte, a la Virgen de las Alegrías le retiraron el broche con su nombre, un rosario y una cadena que le regaló el antiguo hermano mayor.

Lo más sangrante es que hace escasamente tres meses la Virgen de la Esperanza ya fue objeto de un robo de las mismas características. En aquella ocasión, el botín fue un broche y un conjunto de letras con su nombre en oro, piezas que, en su conjunto, están valoradas en 2.500 euros. Pascual Acosta, hermano mayor de la Hermandad del Santo Entierro, afirmó que han perdido las esperanzas de hallar las piezas, al considerar que cuando alguien perpetra un delito de esta naturaleza "tiene prácticamente vendida la mercancía, porque en el mercado negro es muy fácil vender este tipo de joyas".

Previamente a estos robos, el Ayuntamiento convocó hace semanas la Junta Local de Seguridad a efectos de analizar diferentes medidas que permitan mitigar la delincuencia que acecha al municipio. El alcalde, Francisco Díaz, y el subdelegado del Gobierno, Enrique Pérez Viguera, mantuvieron un encuentro donde se diseñó una estrategia para redoblar esfuerzos mediante reuniones semanales entre la Guardia Civil y la Policía Local, así como realizar una vigilancia más estrecha a la población flotante.

De otro lado, Díaz señaló que se va a reclamar que los ciudadanos regularicen los alquileres para evitar el hacinamiento de personas en una misma vivienda y controlar quienes acceden a las bolsas de caridad.

Por último, el Ayuntamiento enviará a los ciudadanos una información sobre recomendaciones para evitar los hurtos.