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"Jonathan dice que no ha sido y que hay más personas en el caso"

  • El defensor del acusado de la muerte de Miriam pedirá la exhumación de sus restos para realizar una nueva autopsia

Si algo le quedaba al caso de la muerte de la pequeña Miriam, ocurrido a finales del pasado mes de diciembre, era conocer la opinión del acusado del crimen. Ha sido en la voz de José Ramón Cantalejo, uno de los letrados penalistas que ha protagonizado buena parte de historia judicial de Almería y defensor de Jonathan Moya, detenido desde el pasado día 27 de diciembre por ser el presunto autor de la muerte de la pequeña de tan solo 16 meses de edad, quien ha reconocido al Grupo Joly que su cliente "ni confesó el crimen, tal y como se ha dicho" y, lo que es más trascedente desde un punto de vista judicial, que "insiste que no mató a Miriam".

"Hay muchas cosas que explicar; lo único seguro es que Miriam está muerta; a partir de ahí se abre un inmenso abanico de posibilidades que va desde la muerte accidental, el homicidio involuntario o el asesinato, con lo que las penas también pueden ir desde la absolución hasta los 25 años de cárcel". Cantalejo quiere esperar a que se levante el secreto del sumario y desveló parte de las conversaciones que ha mantenido con su defendido, tanto en la prisión almeriense de El Acebuche, como en el Albolote de Granada, donde fue trasladado. "Está bien jodido y es absolutamente consciente de la gravedad de los hechos que se le imputan", asegura que le ha comentado desde la celda que comparte con un preso de confianza para evitar que se autolesione, "a pesar de que hasta el momento su comportamiento no ha dado muestras de que sea necesario". Sobre su participación en los hechos, el abogado insiste en que "lo único que se puede dar por cierto es que la niña apareció muerta y que él tiene algún tipo de participación en los hechos; ahora queda por establecer qué hizo y en qué grado de necesidad para llegar hasta esa muerte".

Sobre su mesa, los documentos que tiene del caso apenas suman una veintena, en su mayoría intrascendentes para la estrategia de una defensa que aún no ha determinado. La prolongación del secreto del sumario y el rechazo a los recursos que interpuso sobre la misma, pesan como una losa sobre el conocimiento de unos hechos que "aún no los tengo claros. Además, le he dicho que no me diga nada, que simplemente me diga si lo hizo o no. Él lo niega constantemente y con una actitud de aplomo que parece consistente".

Hay "muchas cosas" en todo este caso que me quedan por cerrar y que no entiendo" asegura Cantalejo quien adelantó al Grupo Joly que una de ellas es "que me expliquen por qué a Jonathan le hicieron tres pruebas de ADN por parte de los forenses. Lo que pienso es que los investigadores de la Guardia Civil encontraron más muestras de más personas que las de Jonathan y que están intentando contrastarlas; eso es lo más razonable, aunque no lo tengo nada claro".

Uno de los aspectos del caso que más llama la atención y nadie se explica es cómo es posible que alguien con un perfil delictivo como el de Jonathan, pudo cometer el asesinato por el que se le imputa. "Es algo que no me explico", insistió Cantalejo, que aseguró que "yo le conocía antes, porque le he llevado alguno de sus asuntos y la verdad es que no da el perfil del asesino" en alguien que hasta ese fatídico día había visitado calabozos y juzgados acusado de estafas y ventas ficticias con engaños en una enfermiza actitud de conseguir dinero a toda costa. Tampoco su actitud ha determinado las "excesivas medidas que han adoptado en torno a él", tanto en el centro penitenciario de Almería como en el de Granada, ya que "está muy tranquilo, al menos esa es la apariencia en las conversaciones que he tenido con él".

Una de las pruebas que solicitará su defensa y que, sin duda, levantarán mayor polémica será la de (siempre que el juez lo autorice) una más que posible petición de exhumación de los restos de la pequeña Miriam que recibieron sepultura el 29 de diciembre en la de Palma del Condado.

Lo que más preocupa a Cantalejo es esa "dilación absurda de acceder al sumario, ya que provoca que Jonathan se encuentre en una situación de absoluta indefensión que va aumentando según pasan los días ya que cuando vaya a juicio dentro de unos dos años, no habrá ningún jurado lo suficientemente imparcial como para poder decidir sobre la causa".

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