El Puente de la Inmaculada o de la Constitución en la Sierra supone un escaparate de propuestas y eventos en la mayoría de municipios. Todo ello gracias a la multitud de personas que eligen esta zona para pasar unos días, ya que la Sierra está en torno al 75% de ocupación y Aracena en algo más de un 80% según la Asociación de Empresas Turísticas de la Sierra. Una buena cifra, pero alejada del lleno mayoritario de otros años. Sin embargo, para muchas empresas supone un respiro.

Durante el puente muchos pueblos celebran fiestas que son grandes tradiciones, y que pese al paso del tiempo y generaciones, perduran manteniendo la esencia de antaño.

En La Umbría, una de las seis aldeas aracenenses, tuvo lugar ayer las populares migas solidarias. Aracena disfrutó el viernes por la noche, un año más de sus afamados rehiletes y tostón solidario. El jueves comenzaba el mercado del queso artesano, que hoy finaliza, y tenía lugar también el encendido oficial del alumbrado navideño.

Y en el ámbito cultural también ha habido algunos eventos que o bien se han hecho coincidir, ya sea inauguración o desarrollo, o bien se ha aprovechado el puente para su culminación. Entre ellos una exposición de pintura del joven David Molina, la celebración del festival de música joven JAM-ON o varios belenes. Incluso la procesión ayer mañana de la Inmaculada Concepción gracias a un atrevido grupo de jóvenes costaleras y capataces, por segundo año consecutivo.

La Umbría acogió ayer, un año más, sus populares Migas Solidarias y ya van trece años gracias a la asociación cultural y local El Pilar (donde las mujeres son un pilar fundamental). Siempre en el puente de la Inmaculada, los vecinos de la aldea se vuelcan en la cita que más gente atrae a La Umbría durante el año y bajo una causa solidaria que bien merece la pena.

Este año había dos proyectos; uno que se llevará el 70% del dinero recaudado, para un niño de tan solo seis años de Higuera de la Sierra que tiene un 99% de minusvalía y, otro, para Caritas en Aracena para la creación de un fondo de emergencia, con el 30% restante.

Ayer se pudo comprobar que las migas están muy consolidadas con la gran presencia de público que fueron llegando a la aldea desde el mediodía en dirección al pabellón multiusos, junto a la iglesia. Allí desde horas tempranas preparaban las migas hombres y mujeres de La Umbría. El buen tiempo acompañaba. No solo se ofrecían migas. También se pudieron degustar las migas de chorizo, otros productos típicos de la Sierra y los populares dulces caseros que cada año venden (pestiños, piñonates, roscos, florecillas…) y todo bajo el mismo fin solidario.

Lejos parece, ya, el recuerdo de cuando se hacían las migas en el centro social, que siempre se quedaba pequeño para acoger a tanta gente, especialmente cuando llovía. También actuó el grupo de campanilleros de la Perezosa de Corteconcepción y se pudo ver una exposición de fotos que se hicieron el pasado año durante el paseo fotográfico que tanto éxito tuvo.

Aracena volvió a sorprender un año más en su noche de rehiletes, la del pasado viernes. Un día especial y diferente al resto del año donde muchos cebolleros, en compañía de numerosos visitantes, sorprendidos y algunos alucinados, se acercan a cualquier candela. Muchos hacen la ruta por todas ellas. El olor de las calles era diferente, pero Aracena no ardía sino que purificaba los males ante la previa del día de la Inmaculada Concepción. Una tradición que permanece, ahora bajo un trasfondo religioso, aunque el paso del tiempo provoca también algunos cambios sin llegar a perder su esencia. Habitual es ver prender un rehilete a una persona mayor y al joven ilusionado por hacerlo. Y hasta pequeños bajo la ayuda de sus padres, que inmortalizan el momento con las habituales cámaras de fotos.

Hubo candelas en Santo Domingo, junto a la iglesia y al lado de la plaza, sin duda la más multitudinaria, ya que allí se celebra también el tostón solidario. Muy próxima de allí estaba otra en la plaza Alta, junto al Cabildo (antes se hacía abajo al lado de la Parroquia y llegó acoger los primeros años del tostón). Al final de la calle Barberos, subida hacia la avenida de Andalucía y gracias al Bar la Cruz, había otra que no faltó a la cita. En la calle Alegre, plaza de Toros, otra de las más queridas y siempre multitudinarias.

Coincidiendo con la noche de rehiletes, junto a la iglesia de Santo Domingo, se celebró el tostón solidario que permite disfrutar de un buen tostón de castañas y un rico vino a esas horas frías de la tarde. Además con una buena causa. Siempre bajo la colaboración de muchas asociaciones y colectivos. Este año a beneficio de Cáritas para la creación de un fondo de emergencia social (aprobado por el consejo de Bienestar Social del Ayuntamiento). Y como no muchos se sorprenden del gran tostador que puede tostar a la vez un gran número de kilos de castaña.

En Aracena los días previos se ha celebrado la novena en honor a la Inmaculada Concepción, cuya imagen está en una de las capillas de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Y ayer mañana tuvo lugar la procesión de la imagen portada por un grupo de jóvenes costaleras y bajo el mando de dos capataces. El tiempo acompañó y eso provocó la presencia de muchas familias al completo para demostrar que en Aracena no está bajando la natalidad como en otros lugares. El acompañamiento musical gracias a la Banda de Cornetas y Tambores de Aracena. Reseñar el retraso de una hora en la salida de la procesión, prevista para las doce y finalmente salió a la una por el alargue de la función. El grupo de mujeres volvió a demostrar su valía por segundo año consecutivo. Uno de los detalles fue la entrega de un ramo de flores, bajo presencia corporativa, de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús al paso del cortejo por la casa hermandad de dicha cofradía (calle Rosario Cañizares con esquina de calle Corta). Emotiva siempre la visita al convento de Santa Catalina.

El XI Mercado del Queso Artesano de Aracena finaliza hoy con la presencia de trece queserías y ocho stands de otros productos artesanos. La gran novedad ha sido el estreno y buena acogida del nuevo pabellón ferial Ciudad de Aracena, en el recinto ferial. Con la posibilidad de tener más queserías, aunque ha habido menos que otros años debido a que algunas ya han vendido la producción del año, más espacios para el numeroso público presente y la posibilidad de que se pueda quedar allí.