La alcaldesa de Villalba del Alcor, la socialista Manuela Daza, ha firmado un decreto mediante el cual despoja al segundo teniente de alcalde y portavoz del Partido Socialista Andaluz (PSA), Pedro Rodríguez, de las competencias de Urbanismo e Infraestructuras, Festejos, Feria y Cultura. Fuentes del partido socialista han afirmado que más allá de las connotaciones que la medida tenga a nivel municipal, el acuerdo no vira en ningún caso el acuerdo de gobierno sellado con Rodríguez, quien ejerce de asesor en la Diputación.

Ni la alcaldesa ni el propio portavoz del PSA contestaron al ser preguntados por este diario sobre el asunto. Sí lo hizo el portavoz del Grupo Independiente de Villalba (GIV), Javier Pérez, que censuró la debilidad de la alcaldesa en un municipio que, a su juicio, necesita "un gobierno fuerte, con las ideas claras" y que pueda desarrollar un proyecto político que no se vea constreñido por la debilidad de un PSOE que adolece de capacidad para "cohesionar y consensuar" con sus socios de gobierno los proyectos que desean para la urbe.

En consonancia, el edil animó a virar esta inercia de gobierno ya que en año y medio de legislatura "no se ha visto nada positivo en la gestión pública".

En cuanto a las posibilidades de llevar a cabo una moción de censura, el que fuese alcalde durante la etapa del 95 al 2000 (hubo que repetir las elecciones y estuvo varios meses del 2000 como primer edil) señaló que no van a desarrollar un papel activo en este sentido, si bien sí mostró su predisposición a "sentarnos todos a dialogar" y respaldar un proyecto fuerte que pueda sacar al Ayuntamiento del actual status quo en el que asegura que se encuentra.

Más cautelosa se muestra la portavoz de IU, Manuela Martín, quien espera que "se oficialice" la ruptura del pacto para pronunciarse. La edil subrayó que "continuarán desarrollando una oposición responsable, respaldando las propuestas que sean beneficiosas para el municipio, como la guardería, a la par que se situará en contra de medidas como el Plan de Ajustes, con independientemente de los apoyos que tras esta decisión tenga la alcaldesa".

La fragmentación del voto en las municipales ya auguraba enormes tensiones y dificultades para conformar gobierno en Villalba. Tras el resultado arrojado por las urnas: PSOE (4), PP (3) Independiente (GIV 2) PSA (1) e IU (1); se hacía necesario el concurso de al menos tres fuerzas políticas para lograr la mayoría absoluta, toda vez que un pacto entre las socialistas y populares se presumía una quimera.

Frente a este sudoku la hasta entonces alcaldesa logró amarrar el poder tras firmar un pacto de gobierno con el edil del PSA Pedro Rodríguez, quien como contraprestación pasaba a formar parte de la nómina de cargos de confianza en la Diputación Provincial.

Sin embargo, los cinco ediles que sumaban precisaban de un último respaldo que no terminó materializándose.

Durante las negociaciones postelectorales la dirección provincial de IU presionó a su concejal Diego García a sumarse al equipo de gobierno o, en su defecto, favorecer la investidura de los socialistas, cumpliendo así el acuerdo de la dirección provincial de cerrar las puertas del poder a la derecha.

Superado este último eslabón la alcaldesa retenía el bastón de mando, si bien el edil de IU dimitía por "la hipertensión" que sufría y que se acrecentó "por las tensiones de reuniones y las presiones por ser el que decide en un gobierno en minoría", alegó.

Las deserciones en el propio PSOE tampoco se hicieron esperar y sólo treinta días después de la celebración del pleno orgánico la concejala de Educación, Medioambiente y Turismo, Pastora Ríos, dimitía del cargo y renunciaba a su acta de concejal en el Ayuntamiento de Villalba del Alcor.