Las playas de la provincia de Huelva, sobre todo las más próximas al río Guadiana, vuelven a estar invadidas por las algas. La presencia masiva de estas plantas acuáticas, como ocurriera a mitad de julio, hecho que motivó la puesta en marcha de dispositivos de limpieza especiales y la retirada de miles de toneladas de ellas, vuelven a llenar la arena.

La bajamar que ha tenido lugar en los últimos días ha vuelto a dejar mantos de algas a la orilla de las playas que, a pesar de denotar el buen estado y la calidad de las aguas, molestan a los ciudadanos y turistas que hacen frente a la ola de calor en las playas.

Y es que la descomposición de estas plantas acuáticas producen mal olor por lo que muchos bañistas muestran su desagrado al acercarse hasta estas zonas de baño. Las algas acuden a las playas de forma periódica en un proceso que las desprende del fondo, de las rocas en las que suelen estar adosadas, y las lleva hasta la orilla empujadas por las mareas.

En esta ocasión las zonas más afectadas por este fenómeno son las que se encuentran más cerca de la frontera portuguesa como Isla Canela, Isla Cristina y la Antilla. En Punta Umbría y Cartaya han aparecido en áreas concretas. En mejor estado están las de la costa oriental: Mazagón y Matalascañas.

Los empresarios vinculados al sector turístico muestran su preocupación por la imagen que el turista pueda llevarse de la situación de las playas y de las condiciones que ofrece la costa onubense en plena temporada de baño. Temen repercusiones negativas de cara a próximas temporadas por las molestias que ocasionan a los bañitas. El sector reclama a las administraciones locales, que son las encargas de la limpieza, mayor capacidad de reacción para retirar estas plantas marinas con rapidez una vez que empiezan a quedar sobre la arena de forma masiva.

El pasado mes de julio los servicios de limpieza retiraron cientos de toneladas, como el caso de Punta Umbría que llegó a contabilizar hasta 800 toneladas en una semana ó Cartaya que recogió 240 en cuatro días, cifras algo más pequeñas manejaron Ayamonte, Isla Cristina y Lepe.

Esta actividad biológica no suele durar mucho tiempo, aproximadamente una semana, pero puede prolongarse, como está ocurriendo este verano, debido a que las mareas siguen llevándolas a las playas durante la pleamar y recogiéndolas en la bajamar.

El aumento de las algas en la costa podría deberse al fenómeno de eutrofización, el incremento de sustancias nutritivas en aguas dulces de lagos y embalses que provoca un exceso de fitoplancton, el cual favorece la proliferación de organismos fotosintéticos. Traducido al argot de calle, la sobrealimentación de estos organismos marinos podría estar detrás de esa imagen de la costa onubense tapizada de verde.

El doctor en bioquímica y profesor de la Universidad de Huelva, Carlos Vílchez, comenta que la proliferación de algas "es algo frecuente en zonas costeras como respuesta a la radiación solar", si bien nunca a los niveles actuales.

Para explicarlo, Vílchez detalla que "en el mar existe baja disponibilidad de nitrógeno y fósforo", por lo que el crecimiento de estos elementos es menos pronunciado que cuando recibe un exceso de nutrientes provenientes del río Guadiana, que contribuirían al aumento de la reproducción de las algas, que se ve favorecida por el incremento de horas de sol.

Para que se produzcan fenómenos como los acaecidos en las playas de Huelva es necesaria una concatenación de factores en los que entraría en juego "las corrientes oceánicas", añade.