Las grandes masas de algas que dificultan el baño a veraneantes y turistas en el litoral de Huelva están acabando con la paciencia de los bañistas, que exigen soluciones a los ayuntamientos, incapaces hasta ahora de mantener limpias las arenas. Ayer mismo, el Consistorio de Cartaya se comprometió con los vecinos de El Portil a iniciar las gestiones necesarias para limpiar las zonas más afectadas. La promesa llegó tras una tensa concentración de protesta.

Mientras, el Ayuntamiento de Punta Umbría, donde también crece la indignación ciudadana, estudia varias opciones por el elevado coste de las labores de mantenimiento y retirada de las algas. Por un lado, se debate entre recogerlas a través de los servicios municipales de limpieza y llevarlas a la planta de residuos urbanos de Villarrasa y, por otro, entregarlas a una empresa que las recoge y reutiliza para biomasa. Esta última alternativa se analiza también en algunos pueblos del litoral gaditano y la Costa de la Luz afectados por el mismo problema.

El caso es que la imagen de las playas del litoral onubense es preocupante y se teme que acabe por afectar al número de reservas y pernoctaciones turísticas.

A pesar de lo molesto que resulta el fenómeno, según el último informe elaborado por la Consejería de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, correspondiente a la primera quincena de julio, las aguas de baño de las 18 playas onubenses mantienen unas adecuadas condiciones sanitarias, según los análisis realizados en todas las zonas de baño censadas por la Administración autonómica, para los que se han determinado diferentes parámetros exigidos por la normativa vigente, como los microbiológicos, transparencia, color, aceites minerales, presencia de espumas persistentes y sólidos flotantes.

El informe también refiere que se ha detectado abundancia de algas en descomposición en algunas playas onubenses como La Gaviota (Isla Cristina), Espigón (Huelva), Enebrales-La Bota y Punta Umbría (Punta Umbría), que se ha hecho extensivo a la práctica totalidad del litoral occidental andaluz.

El fenómeno (natural) incómodo se está reiterando en todas las playas de la provincia y ya ha provocado la indignación de algunos bañistas que, como en el caso de Nuevo Portil, se concentraron desde las 11:00 de ayer a las puertas de la delegación que el Consistorio cartayero tiene en dicho núcleo de población. Unas cuarenta personas se dieron cita en dicho lugar para expresar su más enérgica protesta e interponer reclamaciones ante lo que consideran una "dejadez" de las autoridades locales, pese a que también reconocen que la acumulación de algas en la orilla de la playa es un fenómeno totalmente natural que este verano está afectando a todo el litoral onubense.

Una de las afectadas aseguró a este periódico que "hace ya dos semanas que mi madre se personó en el Ayuntamiento de Cartaya para poner una reclamación por las pésimas condiciones de la playa, sin haber obtenido hasta la fecha respuesta alguna".

Otro afectado, Juan Luis Rebollo, aseguró que su indignación viene dada "porque después de casi dos semanas con la playa cubierta con un manto de unos 15 metros desde la orilla y más de 10 centímetros de grosor, de algas en descomposición desprendiendo malos olores y atrayendo a la zona de baño a numerosos insectos e insalubridad, el Ayuntamiento no ha hecho nada". Según Rebollo, "después de varios días demandando su presencia, no ha sido hasta hoy, y porque nos hemos concentrado aquí, cuando el Ayuntamiento ha enviado a la zona al concejal responsable".

Responsable municipal que junto con otros miembros del equipo de Gobierno fueron incluso increpados en plena calle por los afectados "porque no nos dan razones sobre lo que está sucediendo, y porque encima nos pretenden engañar diciéndonos que las playas se están limpiando".

Lo cierto es que las playas onubenses, coincidiendo con la bajamar, presentaban otra vez ayer por la mañana un aspecto desolador.

En Nuevo Portil y Punta Umbría las algas hicieron casi imposible disfrutar del baño o tomar el sol debido a los malos olores y a los insectos, que según los pocos bañistas que se aventuraron a bajar a la playa, producen además desagradables picaduras.

Según algunos usuarios, "la única parte de la playa que está limpia es el frente de los hoteles de Nuevo Portil ya que al parecer los clientes de estos establecimientos son mejores ciudadanos que los que pagamos nuestros impuestos en Cartaya".

En espera de lo que pueda hacer a partir de hoy el Ayuntamiento cartayero, cuyo concejal de Servicios, el independiente Ramón Barbosa aseguró a este periódico que "esta misma tarde vamos a intentar proceder al inicio de la limpieza de las algas", los vecinos de Nuevo Portil que han liderado las protestas, además de interponer una reclamación, van a proponer, según Rebollo, "depositar en el juzgado o ante notario el dinero que a cada uno nos corresponde pagar en concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI)". Una forma de protestar por la falta de servicios municipales.

Según el concejal de Servicios cartayero, que tuvo que aguantar una verdadera lluvia de críticas por parte de los afectados, "al parecer ha habido una manta de algas debido a las altísimas temperaturas de estos días, que ha llenado toda la playa impidiendo a la gente bañarse".

De esta forma y sin restar razón a los bañistas, Barbosa se comprometió a "iniciar desde el Ayuntamiento todas las gestiones necesarias con una empresa de máquinas y camiones para subsanar y limpiar las algas desde esta misma tarde". El edil cartayero, pese a que no se quiso comprometer en señalar una fecha concreta para restablecer la normalidad playera, aseguró que "será lo antes posible, poniendo todos los medios necesarios para ello a partir de esta tarde".

Lo sucedido en Nuevo Portil podría causar una especie de efecto dominó en los próximos días en otras zonas del litoral onubense. De hecho en las playas ayamontinas de Isla Canela ya han sonado los primeros tambores de guerra por parte de sus usuarios ante las algas que igualmente se acumulan en sus orillas. Indignados también se muestran los bañistas en Isla Cristina o La Bota (Punta Umbría), en cuyas orillas también se vienen acumulando ingentes cantidades de algas putrefactas desde hace ya varios días, provocando una enorme repulsa e indignación entre los bañistas, que impávidos y asombrados no pueden hacer más que observar y fotografiar impotentes el desolador aspecto que nuestras playas están presentando hasta el momento este verano.

Los propietarios de los chiringuitos ven impotentes cómo se suma este nuevo problema a los efectos de la crisis y el mal tiempo, que a principios de la presente temporada ya les habían hecho perder el 50% de los ingresos con respecto a las mismas fechas del año pasado.

Según los expertos, la acumulación de algas en las orillas de las playas se trata de un fenómeno totalmente natural debido a la climatología y a los efectos de los temporales marinos, que arrancan las algas del fondo del mar para que las corrientes y las mareas hagan el resto del trabajo esparciéndolas por el litoral.