Las reacciones no se han hecho esperar. El estado lamentable en que se encuentra el Hotel Santa Bárbara de Riotinto, objeto de asaltos, destrozos y saqueos, ha propiciado la repulsa e indignación del Ayuntamiento de la localidad minera y justificaciones por parte de la Junta de Andalucía, que gestiona ya realización de un nuevo concurso para la explotación del establecimiento, dependiente de la Empresa Pública de Infraestructuras Turísticas de Andalucía (Intasa).

Según la Consejería de Turismo, Intasa, ante el incumplimiento en la gestión de dichas instalaciones por parte de la anterior empresa concesionaria, ha rescindido el contrato con la misma y ha emprendido las correspondientes acciones judiciales para conseguir el resarcimiento del daño causado.

Una vez clarificada la responsabilidad de la anterior empresa, Intasa está gestionando la realización de un nuevo concurso público para la explotación del hotel Santa Bárbara.

Intasa, conocedora de la situación en la que se encuentran estas instalaciones, no ha cesado en su intento de encontrar inversores serios, responsables y capaces de garantizar un servicio hotelero de calidad en dicho establecimiento.

En cuanto a posibles usos alternativos de dichas instalaciones por parte del Ayuntamiento de Riotinto, la consejería asegura que no ha recibido propuesta formal alguna, y que en tal caso estaría dispuesta a mantener el diálogo necesario para canalizar las opciones que se planteen de cara a poner en marcha un proyecto importante para la diversificación turística de la Cuenca Minera.

La alcaldesa de Minas de Riotinto, Rosa Caballero (PP) mostró ayer su indignación y más enérgica repulsa ante el lamentable estado al que ha llegado el hotel, tras los repetidos asaltos, destrozos y saqueos a los que ha sido sometido desde su cierre hace tres años, y apunta a la despreocupación mostrada por la Consejería de Turismo, principal responsable del establecimiento hotelero, como una de las principales causas de la situación a la que se ha llegado.

La regidora popular aclara que, ante las numerosas advertencias realizadas ante la Delegación de Turismo, sobre riesgo de deterioro que corría el hotel ante la falta de mantenimiento y seguridad al que estaba sometido desde que lo abandonara el último restaurador que intentó explotarlo sin éxito, siempre obtuvo la misma respuesta, "que no había nada que hacer", escudándose en el coste que supondría mantenerlo vigilado. "El dinero que debía haberse invertido en vigilancia ya es infinitamente inferior al que costará devolver al hotel a su estado original", apuntó.

Caballero asegura que también le llegó a ofrecer a Turismo, hace tan solo un par de meses, el contacto de un empresario de Moguer interesado en la reapertura del hotel. "La respuesta de la delegación fue que nosotros no teníamos competencias en esa materia y que la Junta está barajando dos propuestas empresariales para invertir en el establecimiento. Aún estamos esperando", se quejó la alcaldesa popular. Por último, la alcaldesa mostró su preocupación por que este tipo de hechos o la inundación de la Corta Atalaya terminen por dañar la imagen turística del municipio.