La compañía Repsol explicó ayer que el Ayuntamiento de Almonte, primero bajo el mandato del PSOE y luego el PP, autorizó a la petrolera a verter en Matalascañas. Repsol insiste en que el vertido procedente del proyecto Poseidón está compuesto de "agua marina de origen geológico, inocua y sin hidrocarburos".

Según la empresa, los vertidos se realizaron aguas arriba de la depuradora de la playa, en concreto en los pozos de registro de la red de alcantarillado situados en la calle que separa los sectores Garza Imperial y Eucalipto de la segunda fase del núcleo urbano "para su tratamiento y posterior devolución al mar". Y añade la explicación de Repsol que "el punto de vertido fue dado por el propio Ayuntamiento de Almonte".

Repsol ha salido al paso de las denuncias realizadas por Izquierda Unida de Almonte y por WWF sobre la supuesta "clandestinidad" de las descargas a la red y los daños que han podido causar a la depuradora.

La petrolera, que también está muy bien posicionada en el sector gasista, asegura que "la autorización del vertido está avalada por el informe técnico de la propia empresa gestora de la depuradora (Aqualia) y por el análisis efectuado por Atisae, entidad colaboradora de la administración hidráulica, que garantiza que el vertido es comparable a aguas marinas, que no contiene ningún rastro de hidrocarburo, que es totalmente inocuo para el medio ambiente e incluso sin los inconvenientes de las aguas sanitarias u otras que se recogen en esa misma red de alcantarillado y cuyo destino final era la depuradora de Matalascañas".

Según Repsol, "el Ayuntamiento de Almonte notificó el pasado 30 de enero la orden de finalización de los vertidos de agua salada" y puso como argumento a su decisión "el inicio de las obras de rehabilitación de las instalaciones de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Matalascañas".

Como alternativa, Repsol confirmó, a través de un escrito enviado ayer a esta Redacción, que ha firmado un convenio con el Ayuntamiento de Huelva para utilizar la depuradora onubense.

La petrolera subraya que ha pagado todas las facturas pendientes a la anterior Corporación y a la actual por el uso de la depuradora de Matalascañas y que siempre "ha actuado con total transparencia y dentro de la legalidad en este y otros asuntos".