Matalascañas vierte al litoral de Doñana detritus sin depurar

almonte Peligra la temporada turística y de verano

Un informe de Giahsa concluye que el estado de la EDAR es "deplorable" y existe riesgo de incendio y peligro para los trabajadores · Desvela que no se verifica el PH desde hace un año ni se controla el caudal

Matalascañas vierte al litoral de Doñana detritus sin depurar
Matalascañas vierte al litoral de Doñana detritus sin depurar
Rafael Moreno / Huelva

07 de febrero 2012 - 05:01

Un informe elaborado por la empresa pública Giahsa por encargo del Ayuntamiento de Almonte ha llegado a la conclusión de que el estado de la depuradora de Matalascañas, que vierte las aguas residuales de más de 150.000 habitantes en temporada alta al litoral del Parque Nacional de Doñana, es "deplorable". A juicio de los técnicos que rubrican el informe, está ocasionado por la ausencia de mantenimiento de Aqualia, gestora de la instalación durante la última década.

Sirvan de ejemplo varios datos: "El analizador de PH se contrastó por última vez el 10 de enero de 2011. Estaba prevista su verificación el 10 de noviembre de 2011, que no se realizó. Lleva un año sin verificar". Se ha observado una única instrumentación de análisis (el Phmetro a la salida de arquetas). No se constrastaba desde enero del pasado año cuando estos equipos deben ser verificados cada quince días y se recomienda la sustitución de la sonda una vez al año. No se puede ni calcular desde cuándo no funciona el cuadalímetro de entrada a decantación, "con lo que difícilmente se puede controlar el caudal tratado para una correcta explotación y control del vertido".

El informe, impulsado desde el PSOE, fue dado a conocer ayer por el portavoz de IU en Almonte, Daniel Martínez, y por uno de los vicepresidentes políticos de la empresa pública, Francisco J. Camacho.

Tan grave es la situación que la estación depuradora no puede garantizar ni siquiera el tratamiento de las aguas residuales en la temporada estival que está a la vuelta de la esquina, por lo que "el perjuicio económico y de imagen nacional e internacional para la playa almonteña sería muy grande", según puso de relieve Daniel Martínez.

El hecho de que la compañía petrolera Repsol haya estado vertiendo miles de metros cúbicos de agua con una alta conductividad (salina) a la instalación playera no ha hecho más que acelerar el proceso de degradación en curso, además de provocar graves daños en la red de alcantarillado, según IU. Estos residuos proceden de la explotación de los pozos de gas del proyecto Poseidón, que al agotarse añaden agua en su proceso de tratamiento.

El informe elaborado por Giahsa aprecia "un avanzado estado de degradación". Y apunta que "los daños en la estructura de hormigón se deben tanto a la falta de mantenimiento preventivo como a la falta de funcionamiento del sistema de extracción de gases y olores del edificio de decantación primaria, que habría contribuido bastante a evitar los daños por corrosión y oxidación, mejorando las condiciones ambientales de la instalación".

Giahsa recuerda que las instalaciones costeras de depuración necesitan un programa de mantenimiento acorde con su ubicación, en un ambiente marino, y subraya que "simplemente con haber mantenido en funcionamiento el sistema de extracción de gases y realizar tratamientos superficiales de pintura las instalaciones podrían haberse mantenido en perfecto estado de conservación y funcionamiento".

El informe alerta sobre los riesgos de incendio e incluso el peligro que corren los trabajadores que acceden a la EDAR.

Presencia de humedad procedente de condensación, suciedad, corrosión y carencias eléctricas son "evidentes". A lo que incluso se añade la detección de un panal de avispas y graves problemas en los variadores de las bombas de fangos a deshidratación.

El documento hace hincapié en que "en la sala de deshidratación se observa la misma problemática que en la decantación primaria, agravada por el hecho de que los armarios de los distribuidores hidráulicos de los filtros bandas carecen de puertas, estando además inundados de aceite hidráulico procedente de posibles fugas que llegan a impregnar los borneros de conexión eléctrica".

Para Giahsa, el grado de degradación de los cuadros eléctricos y registros de conexión se debe fundamentalmente "a la ausencia de un mantenimiento adecuado de los mismos y a la falta de cuidado en su manejo".

El informe entregado al Ayuntamiento de Almonte para su evaluación recalca que "prácticamente la totalidad de los equipos de decantación primaria se encuentran fuera de servicio, incluidos el sistema de extracción de olores. Sólo marchan el decantador central, el bombeo de elevación y una de las bombas de fangos en exceso".

Se aprecia en la investigación "un preocupante nivel de corrosión, no se encuentra el sello de inspección en el calderín del grupo de presión de agua de servicio (sólo el timbre original de 1989 del Gobierno vasco), se observa un filtro de bandas parado y con las telas llenas de fango, entre otros desperfectos".

Según Giahsa, "el espesador de fangos carece de la cubierta antiolores, a pesar de encontrarse la instalación a escasos metros del paseo marítimo".

El panorama que dibuja la inspección técnica desvelada por Giahsa añade que "los decantadores perimetrales se encuentran parados, uno lleno de agua, el otro, vacío, pudiéndose apreciar el pésimo estado de los canales perimetrales, canales de vertido de sobrenadantes, corrosión de herrajes". "El caudalímetro de salida de las arquetas de floculación y coagulación no funciona, con lo que sólo se puede estimar el caudal de entrada a decantación", dice el texto.

Según Giahsa, "las operaciones de mantenimiento necesarias para conseguir el buen funcionamiento de la instalación no son complejas y su coste económico debe estar incluido en la explotación del concesionario".

Todo esto lleva a Giahsa a concluir que la concesionaria (Aqualia) no ha cumplido en este tiempo con las obligaciones contempladas en el contrato.

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