La Plaza Marqués de Aracena, conocida como El Paseo en pleno centro de la localidad, y ante el habitual trasiego de vehículos y visitantes, acogía ayer a un discurrir de personas con sus avatares diarios en mente. En una de las esquinas del paseo, alejados de los columpios, se congregaba un grupo de personas mayores. Algunos más tímidos y otros extrañados, pero todos ilusionados. Era un encuentro deseado, pero en ningún caso esperado. Se trata de la promoción académica de 1961 a 1966 en el entonces Instituto Laboral San Blas de Aracena, ubicado en el actual edificio del afamado arquitecto Aníbal González que alberga el Ayuntamiento de la localidad. En la mayoría de los casos hacía más de cuarenta años que no se veían.

El encuentro que surgió por el deseo hecho realidad de uno de aquellos alumnos, Francisco Berdún con 61 años, maestro en Sevilla y natural de Encinasola. Una promoción compuesta por unos 75 alumnos en un inicio, incluyendo algunos repetidores, y de la cual finalizaron 31 alumnos. Y casi treinta estuvieron ayer presentes, bajo la compañía siempre agradable en algunos casos de varias señoras. Eso sí, ayer los hombres tenían mayoría absoluta. Cada uno ha llevado su vida a dedicaciones y destinos diferentes como Ceuta, Córdoba, Sevilla, Málaga o Huelva. También los había naturales y residentes en Aracena. Muchos pese al paso de los años se identificaban rápidamente, y sino con mencionar el nombre el abrazo era inevitable.

Un encuentro también posible gracias a la dirección del I.E.S. San Blas que facilitó a Francisco Berdún las direcciones de todos los alumnos de esta promoción. De hecho su actual director, Gabriel de la Riva, esperaba a las puertas del instituto en otra bonita plaza, la de Doña Elvira. Allí afloraron los recuerdos y anécdotas, así como las inevitables comparaciones del pasado con el presente. Algunos sonreían al pisar la entrada del instituto tras cuarenta años.

En el centro recorrieron todas las dependencias y pabellones existentes. Seguidamente, marcharon hasta el Ayuntamiento en Santa Catalina ya que allí estaba el Instituto Laboral. Entones la formación académica estaba centralizada en el bachillerato laboral en un principio y después con el bachillerato elemental técnico desde 1963. Para algunas especialidades marchando hasta Carmona. El historiador local Mario Rodríguez hizo de guía por Aracena, haciendo especial mención a la arquitectura de Aníbal González en la localidad. Incluso visitaron la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción teniendo como guía a su cura párroco Longinos Abengozar Muñoz.

Francisco Berdún recordaba ligeramente que entonces el actual Ayuntamiento tenía un patio a la entrada donde había desde arriba un punto de luz. Justo entrando a la derecha había un gran aula donde estaba ubicada la mencionada promoción de 75 alumnos.