Provincia

Un enigma inquieta a Lepe

  • El grupo Manguara halla fortuitamente durante una actuación una carta fechada en 1936 oculta bajo una loseta del coro de Santo Domingo · El documento alumbra "un tesoro" y está en manos de la Iglesia

El hallazgo fortuito de una carta manuscrita oculta bajo una loseta del coro de la iglesia de Santo Domingo ha llevado la intriga a las calles de Lepe. El documento fue encontrado el pasado viernes por los tres hermanos que forman el popular grupo onubense Manguara cuando participaban en una ceremonia nupcial. El contenido del mensaje, escrito en una cuartilla de papel muy deteriorada, está fechado en 1936 y dice así: "Los rojos me persiguen, he escondido mi mejor tesoro cinco losas a la izquierda. Si muero espero caiga en buenas manos".

La noticia ha trascendido al informar los hermanos Cabello al cura párroco, a quien entregaron la carta la misma tarde del hallazgo, y al alcalde de Lepe, hasta donde enviaron el pasado lunes la copia del texto encontrado que habían guardado en su teléfono movil.

Todo comenzó en los prolegómenos de una boda que se celebró el día 9 de septiembre en la iglesia parroquial. Hasta allí se desplazaron los hermanos Domingo, Antonio y Curro Cabello para participar en el evento con sus stemas, canciones y coplas.

Cuando llegaron al templo estuvieron buscando una ubicación adecuada. En un principio, el oficiante los colocó junto al altar, pero le sugirieron otro sitio con mejor audición. Entonces, el sacerdote les mostró la zona alta de la iglesia y decidieron cantar desde allí.

Domingo Cabello recuerda que "cuando estábamos ensayando los temas y cogiendo el ritmo, golpeamos con el tacón el suelo y notamos que se movía. No le dimos importancia la primera vez, pero seguidamente la loseta parecía sobrepuesta así que la levanté y me quedé de piedra. Vimos un papel bajo el baldosín, lo cogimos, estaba muy deteriorado pero perfectamente legible. Nos dio un vuelco el corazón".

En esas circunstancias, comenzó la ceremonia y Manguara interpretó sus temas, entre ellos uno que les emocionó especialmente: Desde el día que te vi me enamoré de tu mirada, en mi corazón sentí un revuelo de campana, sacado de su disco Cuando llega mayo, en el que precisamente incluyen alusiones a la Patrona lepera, la Virgen de la Bella.

Los hermanos Cabello aseguran que cantaron muy nerviosos por el descubrimiento, "hasta nos temblaba la voz. Así que cuando acabó la ceremonia le comentamos el tema al cura y le entregamos el documento".

Domingo Cabello subraya que "lo que queremos es que el pueblo de Lepe sepa lo que ha pasado, que tenga conocimiento del hecho y que se compruebe la veracidad del documento y qué hay de verdad en él. Puede que el tesoro sean reliquias o joyas de la Virgen, o algún documento importante para el pueblo".

El sacerdote Feliciano Fernández ha reconocido el hallazgo y ayer mismo se levantó acta notarial de todo lo acontecido y descrito en la iglesia lepera. Ahora será el Obispado el que deberá pronunciarse sobre el tema, después de comprobar si el documento es auténtico o no, y si está relacionado con los sucesos de la Guerra Civil que se desarrollaron en Lepe.

No es extraño que se ocultaran reliquias, joyas o documentos religiosos en el suelo de la iglesia, que fue reformada a mediados del siglo pasado aunque la zona del coro no.

La parroquia sufrió ataques y actos vandálicos durante los primeros días de la Guerra Civil, al igual que otros templos de la provincia de Huelva.

El cura Fernando del Molino describió los sucesos del 36 con sus propias palabras y letras en la revista Eres toda Bella (1943). En ese artículo, Molino rememora el asalto y saqueo del templo por parte de "los marxistas". Según su versión, "el 21 de julio de 1936 todo cuanto contenía esta iglesia (y otra más del exconvento y el almacén parroquial) todo, absolutamente todo fue destrozado y robado". En su inventario alude a 22 retablos con sus altares, 77 imágenes de talla policromada, 35 murales al óleo, 14 altos-relieves policromados del Vía Crucis... y el coro, el órgano, las pilas bautismal y de agua bendita, el archivo, los cálices, los candelabros, los bancos, armarios, todo quedó hecho pedazos en montones de enorme ruina". Y añade el cura que "se arrancaron mosaicos del suelo, azulejos alicatados, se llevaron todas las puertas, menos las tres grandes, por imposibles, derribaron el coro para llevarse los ladrillos. Destruyeron un grandiosos tríptico de Juan Van Eyck", que data en el siglo XVI, "dos coronas imperiales de la Virgen Bella y su niño, un cáliz, joyas donadas por Juan de Lepe, el llamado 'pequeño Rey de Inglaterra' y cerca de un centenar más de obras y objetos artísticos".

En su versión, el cura mantiene que "le arrancaron (los marxistas) los ojos a la imagen de la Virgen, le robaron sus joyas, la fusilaron, la descuartizaron a hachazos, la arrastraron y arrojaron al río".

Luego, tras describir escenas de vandalismo inusitado con las imágenes, el cura Del Molino subraya que "los sacrílegos fueron cazados a tiros por sus propios camaradas (marxistas). Uno fue alcanzado y fusilado en Cartaya, al pie del altar de la Santísima Trinidad (desde el altar de la Trinidad había disparado un tiro el día antes a la Virgen de la Bella). A las 48 horas, en Isla Cristina, recibía un tiro en el vientre, escapado de la escopeta de su compañero... el que disparon en igual sitio a la imagen. Y el que le arrancó los ojos a la Virgen perdía para siempre la vista, sin que los médicos hayan podido diagnosticar la causa de su ceguera".

Según el cura Molino, "las aguas del río devolvieron la imagen de La Bella a Lepe seis días después de haber sido profanada". Cinco meses después, en diciembre de 1936, en plena Guerra Civil, la imagen llegaba "radiante de hermosura, para volver a reinar en su pueblo escogido" restaurada de Granada.

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