Cuando a unos padres su hijo les comenta que se va de casa existe, al principio, un momento de tristeza. Pero una tristeza que se va superando con el paso de los días. Los padres, al fin y al cabo, lo que desean es lo mejor para todos sus hijos, y que un hijo se nos marche siempre es ley de vida.

Hoy 23 de junio de 2016 se celebra en el Reino Unido y en Gibraltar un referéndum sobre su permanencia en la UE. Y llevamos semanas, o meses, escuchando que si Brexit sí o Brexit no. Andamos mareados con el asunto del Brexit. Pero como Europa a fin de cuentas no existe como Europa, las informaciones, las gestiones del referéndum, y las manipulaciones, las hace mal.

Reino Unido aporta anualmente a la Unión Europea más de once mil millones de euros. Cuenta con 73 diputados al Parlamento Europeo. Y Cameron para ganar las elecciones prometió que iba a hacer un referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea. Lo hizo para ganarse el voto de aquellos que eso de Europa no lo tenían muy claro.

Y, ¿quién tiene claro a Europa? Creo que ni la propia Europa. Una Europa que no ha sabido formular soluciones claras y eficaces ante una crisis humanitaria de refugiados, una Europa que no vela por los intereses de los ciudadanos. ¿Se ha preguntado usted para qué sirven los 751 diputados y representantes de los estados miembros?

Europa murió al finalizar la Segunda Guerra Mundial, y desde entonces no ha levantado cabeza. Se creó un invento para competir con EEUU al que no dotaron de cimientos sólidos. Y vamos como vamos.

Desde luego ante este panorama, hoy en Reino Unido puede ocurrir que sí o que no. Y me refiero al Brexit. No vamos a entrar en conjeturas, no hacen falta. Europa agoniza por una mala política y por unos intereses poco europeístas.

Hoy Reino Unido ha salido a la calle a expresar su opinión. Y mañana, aunque existan turbulencias positivas o negativas en los mercados financieros, de acuerdo al resultado del referéndum, nos volveremos a levantar por la mañana para trabajar y para sacar a España adelante. Otros tantos emitirán conjeturas, dirán que velan por nuestros intereses, por nuestras necesidades, pero no se lo crean ustedes. Todo es mentira. Ellos quieren seguir diciendo que Europa es muy importante y que nuestra permanencia es indispensable. No a esta Europa. Para construir una casa hay que levantar unos cimientos y Europa, aún, no los ha puesto en su base.