Hace unas semanas se nos dio a conocer la investigación Educación en España. Horizonte 2020, realizada por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), el BBVA y la Comisión Española de Cooperación con la Unesco a partir de una encuesta a 200 docentes y expertos educativos.

Los resultados de dicho trabajo no son nada esperanzadores. Al contrario, plantean un futuro educativo en nuestro país en los próximos años bastante negro. Los profesores se sienten desmotivados y poco valorados, y creen que la situación no remontará en los próximos años, a pesar de que nos recuperemos (o no) de la crisis. Los docentes auguran que no mejorará el nivel de excelencia ni la imagen social del profesorado por "falta de estímulos y de reconocimiento", vaticinan que no se logrará un pacto de Estado en Educación y consideran que será insuficiente el apoyo presupuestario.

El marco normativo que regula la educación en España está fabricado a golpes, a golpes de adoctrinamiento; cada partido crea sus propias dimensiones en base a su propia doctrina, y así ni la comunidad educativa ni los alumnos son capaces de mantener una estabilidad necesaria para el crecimiento de un país.

Ante este panorama poco esperanzador sí existe algo positivo que debemos destacar. En las últimas décadas hemos observado cierta innovación y compromiso por parte de una minoría de profesores. Queremos decir que existen algunos profesionales educativos capaces de adaptarse a las circunstancias y capaces también de innovar de acuerdo a las situaciones actuales. Ellos son, en el fondo y en la forma, los que están llevando el pulso de nuestra educación. Y sus resultados son visibles y ejemplos en otros países. Han sabido llevar la educación a "su educación", han sabido, realmente, vivir en una sociedad que cambia por momentos.

Esta es la esperanza. La investigación indica que "ocho de cada 10 docentes cree que existirá una minoría de docentes activos y comprometidos". Menos mal. ¿Se fijan ustedes? ¿No les recuerda a algo? De la crisis estamos saliendo los españoles, no lo duden. Y ante este panorama educativo negro zaino, nuestra educación funciona gracias a sus profesionales. Los políticos, pues siguen mintiendo, no podemos esperar otra cosa. Y nuestros hijos son aquellos que sufren día a día la falta de compromiso que hará de España la cuarta potencia de la Unión Europea, que hará de España un país con una sociedad rica gracias, exclusivamente, a sus profesionales.